Camila Iturra: "La conservación de la naturaleza no se puede realizar sin las comunidades"
Crédito: Agencia Gradual – Campus Naturaleza UdeC
La Senior Donor Programme Manager de Fauna & Flora, visitó Concepción para conocer el proyecto Campus Naturaleza y compartir su visión global acerca de la conservación con estudiantes de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.
La historia de Fauna y Flora Internacional, ONG inglesa ligada a la conservación de la naturaleza, es muy antigua, pero iniciada con fines diametralmente opuestos a los actuales: la caza de animales. “Aristócratas británicos, preocupados por la falta de animales para cazar en Sudáfrica, decidieron crear una agrupación con ese fin. Sin embargo, con el tiempo, se formó un parque nacional (Parque Nacional Kruger) y la organización comenzó a pensar realmente en conservación de fauna”.
Camila Iturra, Senior Donor Programme Manager de Fauna & Flora, explica así los comienzos de la institución con más trayectoria a nivel internacional en este ámbito, cuya misión es crear un futuro sostenible para el planeta, donde la biodiversidad es conservada por las personas que viven más cerca de ella.
La profesional chilena, pero radicada la mayor parte de su vida en Inglaterra, estuvo en Concepción para conocer el proyecto Campus Naturaleza y compartir su visión global acerca de la conservación con estudiantes de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.
“Toma bastante tiempo hablar con la gente y construir confianzas”, comenta Iturra, en relación al trabajo de Flora y Fauna, ligado a comunidades cercanas a lugares donde se ejecutan proyectos. “Siempre hay inconvenientes, pero que con el tiempo se resuelven. Cada proyecto funciona, pero es usual que haya desajustes. No todas las personas que viven cerca de los proyectos están de acuerdo, porque piensan que eso se hace para ganar dinero, entonces es difícil explicar para que se hace realmente esto, cuáles son los objetivos y que nosotros, no estamos ahí para hacer dinero o hacer negocios”, comenta.
En el transcurso del tiempo y, con relación a la conservación de la fauna y flora, ¿has visto un cambio de paradigma a nivel mundial?
Sí, yo he trabajado durante 24 años en la institución y ha cambiado bastante la visión, en cuanto a la importancia de cuidar el medioambiente. En estos últimos 10 años, la crisis climática e incidentes como incendios, entre otros, afectan a las personas directamente y todos los días. La gente quiere saber quién tiene la solución y están entendiendo, cada vez más, que necesitamos hacer proyectos para conservar la naturaleza, porque de esa forma vamos a ayudar a resolver estos problemas.
Si bien hemos trabajado durante mucho tiempo en diversas iniciativas de conservación exitosas en el mundo, yo destaco lo que ocurrió en Belice. Allí, una comunidad local de indígenas maya vinieron hasta nosotros para pedirnos ayuda para conservar un bosque cercano.
Querían cortar esos árboles con fines inmobiliarios y de negocios. Entonces hace 25 años, Flora y Fauna comenzó a trabajar con ellos y actualmente, es un bosque que ha crecido mucho. Eso es un ejemplo de cómo un grupo de 30 personas, no sólo consigue conservar un bosque, sino que también puede hacerlo crecer. Hoy, incluso ellos compraron una parte de ese bosque, y es un lugar muy lindo, en el que lograron conservar especies amenazadas en un proyecto que es ejemplo de sostenibilidad, donde se ha trabajado con la comunidad local.
Del mismo modo, en la localidad en Cairú en la costa atlántica de Brasil, también ocurrió algo muy parecido con el trabajo con la comunidad local de manera exitosa, y esas iniciativas se repiten en África, en Asia Central y otros lugares en el mundo.
En este sentido, ¿hay algún tipo de presión sobre la comunidad científica para desarrollar proyectos de conservación en el mundo?
Personalmente, no creo que sea más presión, porque ya estamos listos, ya sabemos lo que queremos hacer. Lo que hace falta es que los gobiernos, el mundo de los negocios y distintos actores de la comunidad internacional, nos apoyen. De verdad, se necesita su colaboración, teniendo en cuenta los compromisos globales asumidos por los diferentes países.
Una muestra es Campus Naturaleza, donde desde la ciencia se desarrolla un proyecto que tiene por objetivo la restauración y conservación de bosques, un proyecto que busca apoyos desde la universidad.
Creo que es un privilegio para la ciudad tener este entorno natural tan cercano. Por lo mismo, creo que Campus Naturaleza se convertirá en un foco, que atraerá cada vez más miradas de personas, y organizaciones.
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