Estudiante UdeC, María José Caro, y su participación en el bowling panamericano: "Logré subir mi rendimiento y eso me dejó conforme"

El jueves 2 de noviembre a primera hora, María José Caro Vidal salió a la pista de bowling a cumplir uno de sus sueños: participar en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, para lo cual tuvo que pelear años por subir en el ranking nacional y esforzarse el doble viajando todos los fines de semana desde Concepción a su natal Rancagua para entrenar.

En ese primer día de competencia, participó en duplas junto a su compañera Verónica Valdebenito, obteniendo un meritorio séptimo lugar entre las 12 parejas participantes. 

“Fue una gran experiencia. Las exponentes que vinieron son buenísimas y las pistas estaban difíciles. El aceitado fue duro para todas y a las de alto nivel igual les costó el manejo. El primer día pudimos sobrellevarlo bien en duplas y logramos meternos séptimas”, relató la estudiante de 5to. año de Medicina Veterinaria.

Ya en la competencia individual (viernes 3 y sábado 4 de noviembre), el panorama cambió, tal como lo explicó la estudiante UdeC. “Me costó mucho. Bajé un poco el rendimiento y si bien sabía que no iba a ser posible jugar al mismo nivel que mis rivales que son profesionales, sí quería tener un buen rendimiento; me costó el aceitado y estaba mentalmente agotada”, precisó.

La resiliencia es vital en el deporte. Contrariada por su rendimiento del día viernes, contó que una amiga le envió un video de Nicolás Massú, en el cual el doble medallista olímpico habla de que aunque haya un 10% de posibilidades de ganar, hay que salir con todo a tratar de conseguirlo. Y así lo hizo.

María José en pleno lanzamiento de la bola / Crédito: Cedida

El sábado 4 de noviembre elevó su rendimiento. “Di todo de mí, jugué lo mejor que pude, entregué todo en la pista. Logré subir mi rendimiento en los Panamericanos y eso me dejó conforme. Jugué mejor de lo que lo suelo hacer, que era una de mis metas. Quedé con el gusto de que pudo ser mucho mejor. Tuve ciertas fallas, pero se puede seguir mejorando, hay harto trabajo por delante y tengo muchas ganas de progresar”, detalló.

Experiencia en la Villa Panamericana

La rotación línea a línea en la pista fue compleja. Las sensaciones, los cambios en la iluminación, el posicionamiento, todo eso influye en el bowling y había que ir realizando modificaciones. “Entre comillas las pistas deberían ser iguales, pero no lo son. Entonces ese es el juego mental, que una prácticamente tiene que tener que ir viendo las transiciones. Y ahí el papel fundamental es del entrenador, que en el caso de nosotras es Gustavo Rodríguez; él me ayudó muchísimo todo el torneo”, comentó Caro.

Sobre su experiencia en la Villa Panamericana, María José contó que recorrió todo lo que le fue posible, visitó las zonas de juego, de alimentación y de descanso. También pudo ir a ver otros deportes y rodearse de muchos y muchas deportistas. “Soy pequeña de estatura y vi personas muy altas, eso me impresionó mucho. Toda mi estadía en la Villa Panamericana fue espectacular”, apuntó.

Ahora tiene una competencia para cerrar el año, pero también tiene otras responsabilidades. “Estos meses fueron durísimos para mí. En porcentajes, creo que le dediqué un 80% al deporte. Así que ahora me toca responder en mis estudios y enfrentar la parte final de mi carrera”, cerró la estudiante de Medicina Veterinaria de la Universidad de Concepción.