"Hasta siempre, querido Aldo": El adiós del Rector Saavedra al Dr. Aldo Montecinos
Crédito: Archivo
Te escribo sabiendo que no es posible esperar la respuesta ágil, asertiva y aguda que te caracterizaba, pues se ha roto en forma irreparable este esencial enlace material. Aun así, permíteme compartir una reflexión inesperada y urgente que nos embarga hoy por tu abrupta partida. Primero, déjame contarte que, desde ayer, son muchos los mensajes que he recibido para lamentar tu partida y agradecer tu cálida, gentil y siempre cordial presencia en nuestra Universidad.
Hoy recuerdo como si hubiese ocurrido ayer nuestra conversación de hace poco más de cinco años, cuando abordamos tu incorporación en el equipo de rectoría con el fin de materializar el proyecto que nos une en pos del crecimiento de nuestra Universidad. En ese diálogo, asumimos un compromiso mutuo de respetar y promover tu rol de pensamiento divergente en el equipo, siempre alejado de las cámaras y las imágenes, empujándonos permanentemente hacia la búsqueda de mecanismos de participación para que se expresen en forma nítida los anhelos sinceros de la Comunidad UdeC.
Agradezco, agradecemos, tal pensamiento divergente, que siempre estaba presente al analizar críticamente y sin estridencias nuestras acciones, con la capacidad, además, de aportar en ese necesario análisis en medio de la vorágine diaria y para cuestionar, en forma honesta y directa, nuestro actuar. Hay muchos ejemplos de acciones en los que tu impronta y convicción, para incorporar la participación desde la Dirección de Desarrollo Estratégico, se encuentran vívidamente presentes: mesa triestamental, plan estratégico institucional, política de calidad, y en la reforma de estatutos; más vívido es el recuerdo de la luminosidad de tu mirada cuando nos contabas los hallazgos en estos procesos de participación y la esperanza que de ellos se derivaban.
Agradecemos también tu destacada contribución para el mejoramiento continuo en la elaboración, ejecución y seguimiento de los proyectos para el desarrollo institucional del Mineduc, presencia y trabajo que entregaba la certeza de la aprobación de cada una de las iniciativas seleccionadas, derivando todo ello en la creación de la Unidad de Proyectos Institucionales. Hoy en día, cuando hablamos de estos proyectos de desarrollo institucional, que en nuestra jerga interna son referidos como proyectos UCO, los asociamos, en forma natural, a una marca de calidad que ya constituye parte de tu huella en la gestión.
Aldo, quedará inconclusa tu decisión de retornar en 2024 a las actividades de investigación en Geofísica, regresar a los estudios del clima en nuestro país y sus cambios debido a los fenómenos globales que lo determinan; retomar con la pasión y el compromiso de siempre las actividades de generación de conocimiento de frontera. Fue esta misma pasión y el mismo compromiso los que te impulsaron a continuar con las actividades de gestión hasta terminar los procesos institucionales mayores en que estamos comprometidos por estos días. Por supuesto, agradecer esta generosidad hacia la Universidad que te llevó a postergar temporalmente tu interés de retomar tus actividades académicas previas.
Aldo, extrañaremos tu caminar temprano hacia el campus por la Diagonal cuando nos saludábamos a la distancia o le arrebatábamos tiempo a otras tareas para conversar acerca del funcionamiento y los desafíos que compartíamos. Extrañaremos tu alegría cuando nos hacías partícipes de la preparación de una nueva actuación de la banda. Extrañaremos tu amistad sincera y generosa, tu conversación franca y directa, y tu acción precisa para atender dificultades y encontrar caminos en la complejidad de las tareas que abordabas.
Hasta siempre, querido Aldo,
Carlos
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