UdeC recuerda a Enrique Molina en el 59º aniversario de su fallecimiento

Enrique Molina Garmendia, primer rector de la Universidad de Concepción, hombre dedicado a las humanidades y a la educación, nació en la ciudad de La Serena, en el año 1871. Formó parte de la primera generación de profesores formados en el Instituto Pedagógico, al que ingresó, según confesión propia, motivado por la necesidad económica, pues antes de esos estudios se encontraba en formación para ser abogado. Esa primera promoción de estudiantes fue señera en el desarrollo de la educación nacional en los años posteriores y Molina es un ejemplo de ello. Sus estudios finalizaron en 1892, año en que se gradúa como profesor de Historia y Geografía, además de recibir el diploma de Profesor de Gimnasia. En 1898 reinició sus estudios de Derecho, como alumno privado del Curso de Leyes que se dictaba en Concepción. Se tituló como abogado en 1902, profesión que nunca ejerció, según constata el libro “Obras Completas”, del profesor Miguel Da Costa Leiva.

El profesor Molina tuvo una destacada trayectoria como directivo escolar, previo a su nombramiento como presidente y luego rector de la Universidad de Concepción. Fue profesor del Liceo de Chillán hasta 1903, luego profesor del Liceo de Hombres de Concepción, hasta 1905. Tras ello, fue nombrado rector del Liceo de Hombres de Talca, cargo en el que se mantuvo hasta 1915, fecha en la que asumió como rector del Liceo de Hombres de Concepción. Estando en ese cargo, participó de los orígenes de la Universidad de Concepción, primero como presidente del Comité Pro-Universidad y luego como presidente y rector de la institución, cargo en el que se mantuvo hasta el año 1956. En reconocimiento a su trayectoria, la que está íntimamente ligada al quehacer institucional, la UdeC le otorgó el título de Rector Honorario Vitalicio. Falleció el 8 de marzo de 1964.

El profesor Enrique Molina es autor de numerosas obras en el campo de la filosofía. Su primera obra en esta materia data de 1914 y se titular “Filosofía americana”. Al mismo tiempo, publicó “Educación Contemporánea” con ensayos sobre los sistemas educativos vistos en su viaje a Europa, además de reflexiones personales sobre el tema.

La fundación de la Universidad

Enrique Molina tuvo un papel destacado en la fundación de la Universidad de Concepción. Desde 1917 y hasta el inicio de las clases, trabajó en conjunto con un grupo de personas destacadas de la ciudad para dar vida al proyecto. En 1918 fue comisionado por el gobierno para estudiar la organización de las universidades norteamericanas, experiencia de la que nace el libro “De California a Harvard”. Las impresiones de ese viaje también serían una influencia para la naciente universidad.  

Como Rector de la Universidad de Concepción, estuvo a cargo de dirigirla durante sus años fundacionales, proyectar la idea de un campus universitario; crear un sistema de financiamiento (Lotería) para sostener el proyecto universitario; defender la autonomía de la Universidad en diversas ocasiones y dirigirla por 36 años. En 1947, fue nombrado ministro de Educación, cargo en el que se mantuvo durante un año.

Entre otros homenajes, se dio su nombre al Liceo de Hombres de Concepción, en el año 1959. También en su honor, la calle ubicada a un costado de la Rectoría lleva su nombre, lo mismo que el edificio donde se encuentra la Rectoría.