Rector UdeC participó en conversatorio sobre libertad y autonomía universitaria organizado por Cátedra Unesco
La Cátedra Unesco “Universidad Pública del Siglo XXI” de la Universidad de Chile, invitó a distintas personalidades a una conversación sobre libertad de pensamiento, expresión, cátedra y autonomía universitaria.
Hacer una reflexión sobre las libertades académicas y la autonomía universitaria en el sistema actual fue el objetivo del encuentro organizado por la Cátedra Unesco “Universidad Pública del Siglo XXI”, de la Universidad de Chile.
En el evento participaron el Rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra Rubilar, la Premio Nacional de Periodismo y Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, Faride Zeran Chelech, el Premio Nacional de Ciencias Exactas, Universidad de Chile, Servet Martínez Aguilera y la directora del Instituto de Filosofía de la Universidad Diego Portales, Aïcha Liviana Messina. Por parte de la Cátedra Unesco estuvieron presentes los profesores Sergio Celis Guzmán y Víctor Pérez Vera.
En la cita, el Rector Carlos Saavedra comentó la relevancia de abordar estos conceptos fundamentales desde el presente. Por una parte, desde los valores que están en la misión educativa de la Universidad de Concepción y que inculca a sus estudiantes, donde la democracia y la libertad de expresión ocupan un lugar fundamental, así como a la luz del debate constituyente, donde la libertad de cátedra y la autonomía universitaria deberían estar consignadas.
También señaló que entre los desafíos a la autonomía está el actual sistema de financiamiento, “que acota y restringe el quehacer institucional. En la libertad de cátedra está también el espacio de divergencia. Las instituciones públicas deberían tener un financiamiento basal garantizado que permita implementar la libertad de cátedra y que los estudiantes puedan alimentarse de distintas visiones. Este es un elemento clave que restringe la autonomía universitaria y la libertad de cátedra”.
Asimismo, aseguró que la libertad académica “como hoy se encuentra expresada en la ley de educación superior debería tener rango constitucional”. Otra de las amenazas, explicó el Rector, es la disociación de las actividades de docencia de las de investigación. También están “los intentos de otros poderes del Estado de socavar la autonomía universitaria como marco jurídico que resguarda la libertad académica. Lo vimos en una consulta del Legislativo sobre la transversalización de la perspectiva de género, una visión con la que nuestra universidad está muy comprometida”.
Libertad y pandemia
Entre los aspectos que han cambiado la reflexión en torno a la libertad de cátedra, está la pandemia de Covid-19, que modificó las formas de relacionamiento entre estudiantes y profesores. “la pandemia nos hizo reorganizar todo y eso cuestionó la libertad de catedra porque hubo que cambiar toda la manera que teníamos que enseñar, por ejemplo a través de clases grabadas, en algunos casos obligatoriamente. Está el caso del colegio Alianza Francesa donde los profesores se negaron a trabajar por zoom porque cuestionaba su libertad de cátedra. Es interesante que ese cuestionamiento se haya hecho en el colegio y no en la universidad, donde nos cambiamos rápido de método”, reflexionó Aïcha Messina.
Otro desafío es el modelo económico y social en el que está inserta la universidad. “El contexto neoliberal que ha permeado a la universidad obliga a la competencia y a privatizarse, y con ello a privatizar el conocimiento”, expresó la Vicerrectora Faride Zeran. “El mayor peligro es que el pensamiento crítico y la heteorgeneidad puede ser cooptada por distintas materias, más allá del neoliberalismo”, indicó.
El Premio Nacional Servet Martínez, aseguró por su parte que la libertad de cátedra es fundamental, pues “permite el movimiento para la comprensión del cambio, sin eso no hay esa energía y no se puede comprender. Para eso se exige una gran libertad. Siempre estamos moviendo barreras científicas para entender lo nuevo y lo que genera lo nuevo”. Esta radicalidad en la búsqueda del conocimiento genera una distancia entre la universidad y la sociedad. “Esta es una relación muy compleja. Por una parte, está la radical libertad de la universidad, mientras que la sociedad está llena de elementos como empatía o compromisos”.
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