Investigadores Incar describen nuevo bioensayo para evaluar sensibilidad del piojo de mar a antiparasitario
Crédito: Incar
Un estudio del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar) evaluó la sensibilidad al antiparasitario azametifos, mediante el bioensayo ET50-PCR, en centros de cultivo de salmones.
El paper Sensitivity assessment to azamethiphos by time-to-response bioassay and biomarkers in the sea louse Caligus rogercresseyi, publicado en Aquaculture, y cuyos autores son los Investigadores de la línea Genómica Acuícola de Incar, Constanza Sáez-Vera, Dr. Gustavo Núñez-Acuña y Dr. Cristian Gallardo-Escárate, describe un nuevo bioensayo para la evaluación de sensibilidad farmacológica de Caligus rogercresseyi , conocido piojo de mar, ) compuesto azametifos, el que muestra ciertas ventajas comparativas respecto a los bioensayos que tradicionalmente se utilizan en la industria.
“De acuerdo al estudio que hemos realizado, este bioensayo ofrece resultados fiables en un periodo de tiempo considerablemente menor (alrededor de una hora de iniciado el bioensayo), donde se requiere alrededor de un tercio de parásitos para su realización y la posibilidad de combinarlo con marcadores moleculares para evitar sesgos que pueden ser introducidos al tomar datos mediante observación directa de los parásitos”, explica el investigador adjunto de la línea Genómica Acuícola del Centro INCAR, Dr. Gustavo Núñez-Acuña.
Bioensayo
El Bioensayo ET50-PCR consiste en la evaluación del efecto del antiparasitario sobre los piojos de mar a distintos tiempos de exposición utilizando sólo una concentración del fármaco.
Con esto, se calculó el índice ET50, que quiere decir el tiempo (en minutos) en que el 50% del grupo experimental se encuentra afectado. A mayores valores de ET50, menor es el nivel de sensibilidad farmacológica que presentan los parásitos evaluados. Adicionalmente, mediante expresión de tres genes candidatos, que se pueden evaluar por PCR utilizando sondas TaqMan, se puede confirmar el nivel de sensibilidad de los parásitos según una escala de criterios basada en valores de “fold change” del grupo experimental expuesto al fármaco versus el grupo control sin exposición a fármaco.
Con esto se proporciona dos tipos de datos, índice ET50 y valores de “fold change”, conducentes a inferir el nivel de sensibilidad farmacológica, ambos comparables entre distintas poblaciones o grupos experimentales de piojos de mar.
En el estudio, los investigadores validaron el bioensayo utilizando poblaciones con distinto nivel de sensibilidad farmacológica donde previamente se había realizado bioensayo tradicional, con el respectivo cálculo de índices EC50.
En estas poblaciones se observaron índices de ET50 más bajos para las poblaciones de piojos susceptible, y fueron proporcionalmente similares a los valores obtenidos de EC50, permitiendo inferir datos comparables entre grupos.
Además, el análisis de expresión génica evidenció tres genes: citocromo p450, RNA no codificantes 8967 y 532, como buenos biomarcadores candidatos para las pruebas de sensibilidad a fármacos, ya que mostraban niveles de expresión que aumentaban proporcionalmente en función del aumento de los índices ET50 evaluados en los mismos grupos experimentales.
Entre sus resultados, los investigadores también destacaron el hallazgo de diferencias en los niveles de expresión génica, y en algunos casos en las curvas obtenidas a partir de los datos de índice ET50, entre sexos de los parásitos.
Esto último es relevante, ya que actualmente se propone evaluar grupos experimentales que contienen machos y hembras combinados en los mismos grupos experimentales, pero podría sugerirse el establecimiento de bioensayos utilizando distintamente parásitos de un solo sexo.
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