Buscar nuevas estrategias de colaboración científica para estudiar y enfrentar los peligros geológicos fue el objetivo central del Encuentro AndesNet 2025, realizado en la Unidad Santiago de la Universidad de Concepción.
El evento congregó a expertos y expertas nacionales y extranjeros, tanto del sector público como de la academia, y fue inaugurado por la Directora de la Unidad Santiago de la UdeC Dra. Marcela Angulo González, también presidenta del directorio del Instituto Tecnológico para la Resiliencia ante Desastres (Itrend).
La Dra. Angulo destacó que “ha sido muy gratificante para nosotros acoger este encuentro de la red de investigadores en peligros geológicos y gestión del riesgo de desastres, porque muestra el rol de las universidades no sólo de formar profesionales y crear conocimientos sino que también de transferir este conocimiento y ponerlo a disposición de la sociedad, en este caso en particular, de las instituciones del Estado que tienen tremendos desafíos y responsabilidades sobre el monitoreo y gestión de las amenazas”.
“Vemos que ésta es una colaboración muy valiosa para todas las partes y esperamos que siga profundizándose y creando valor para el país y la sociedad”, enfatizó.
Esfuerzos integrados en el Encuentro AndesNet 2025
Por parte de la institucionalidad pública en materia de riesgos, el encuentro contó con presentaciones de: Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred); Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (Ovdas) y Unidad de Peligros Geológicos, ambos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin); y el Centro Sismológico Nacional (CSN).
Desde Senapred, su Directora Alicia Cebrián López destacó que “esta confluencia entre el mundo público y la academia, creemos que es esencial para enfrentar una serie de desafíos que tenemos en materia de la gestión del riesgo de desastres en nuestro país”.
“La academia”, profundizó, “tiene ventajas enormes en términos de acceso a la información, de generación del conocimiento que puede aportar a potenciar o a crear nueva política pública y el servicio público tiene la experiencia de la implementación de esa política que permite ir detectando cuáles son los problemas públicos que se van generando, de manera de poder hacer una conversación que nutra a ambos mundos y que, finalmente, tenga una consecuencia que es la que todos esperamos, que es poder reducir aquellos factores que están generando riesgo en nuestro país, sobre todo pensando en toda la población expuesta y en construir territorios más seguros y resilientes”.
Desde el ámbito académico, en tanto, el Encuentro AndesNet 2025 contempló ponencias de institutos y centros de investigación: Itrend, Instituto Milenio Ckelar, Proyecto Anillo EASER, Instituto Milenio en Oceanografía (IMO) y el Centro de Investigación para la Gestión integrada de Desastres Naturales (Cigiden).
El Director del Centro Sismológico Nacional Sergio Barrientos Parra afirmó que “estas instancias son de tremenda ayuda, espacios de conversación donde se pueden sincerar muchos requerimientos”, ya que, sostuvo, “permiten saber a diferentes agencias por dónde va la academia, cuál es el interés, dónde están los nuevos desarrollos, y qué es lo que los sistemas pueden aprovechar de esos nuevos desarrollos. Esta conversación es tremendamente útil y los frutos de estas conversaciones los vamos a tener en el futuro, espero que no muy lejano”.
“La Universidad de Concepción”, destacó el director del CSN, “ha sido un actor relevante desde hace mucho tiempo en estas materias. Creo que el hecho de avanzar en el conocimiento en el área de desastres de origen natural ha ayudado muchísimo no solamente a la región, sino que a todo el país. Instancias como ésta, donde hay conversación, los especialistas que tiene la Universidad de Concepción y el trabajo que han hecho con sus estudiantes es de fundamental apoyo para entender mejor lo que está sucediendo en nuestro país y prepararnos de mejor manera cuando se requiere”.
Oportunidades de colaboración internacional
Luego, el evento contempló una actualización acerca del trabajo de la iniciativa científica norteamericana SZ4D (Subduction Zone in 4 Dimensions) ofrecida por sus líderes Emily Brodsky (University of California at Santa Cruz) y Diana Roman (Carnegie Institute of Science) quienes viajaron al país para participar del Encuentro AndesNet 2025.
SZ4D es una iniciativa de gran escala que busca explorar los límites en la predictibilidad de eventos geológicos extremos (terremotos, erupciones, remociones en masa) instalando una red sin precedentes de instrumentos de última tecnología Alaska, Cascadia y Chile.
AndesNet, en tanto, se creó el 2022 con el fin de organizar a la comunidad científica chilena como contraparte adecuada para colaborar con SZ4D en la materialización de la iniciativa. Durante la jornada, sus líderes informaron sobre proyectos en curso, otros a la espera de financiamiento y un último que abrirá en algunos meses para optar específicamente a un fondo de US$100.000.000 para la construcción de la red instrumental. En el diseño de este proyecto, participan activamente especialistas chilenos agrupados en AndesNet.
Tras un bloque de charlas relámpago y una sesión de posters científicos, AndesNet 2025 cerró con un diálogo grupal en torno a las oportunidades de colaboración científica, tanto en el ámbito nacional como internacional, en el estudio y la gestión de los peligros geológicos.
Formalizar la colaboración en diversos niveles
“La intención era actualizarnos todos, saber que está haciendo cada cual, pero con el objetivo central de avanzar hacia una mayor colaboración entre nosotros a distintos niveles: entre investigadores, nos damos cuenta de que existen áreas en las cuales podemos colaborar, hasta iniciativas de más alto nivel, como colaborar con las instituciones del Estado o cómo colaboramos grupos de chilenos con grupos norteamericanos”, comentó el profesor titular del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias Químicas de la UdeC y coordinador del comité organizador del encuentro, Andrés Tassara Oddó.
“La tarea siguiente es poder formalizar y estructurar de mejor manera esas posibles colaboraciones hacia el futuro que permitan crear sinergias positivas que, a su vez, nos lleven a la academia, al Estado y el sector privado, a tener una sociedad que sea más resiliente, articular en un futuro cercano para maximizar esa colaboración y el impacto que podríamos tener en conjunto trabajando desde estas distintas aristas”, agregó el investigador.