El Voluntariado UdeC campus Los Ángeles se ha consolidado como una experiencia formativa que trasciende las aulas, ofreciendo al estudiantado la posibilidad de aplicar sus conocimientos en terreno y aportar de manera concreta a su comunidad.
A través de diversas iniciativas, este espacio fomenta la empatía, el trabajo colaborativo y la responsabilidad social, elementos clave en la formación integral que promueve la Universidad de Concepción.
Voluntariado UdeC campus Los Ángeles
En el Campus Los Ángeles este llamado ha sido acogido por un número no menor de estudiantes, quienes ya han puesto toda su disposición en una serie de actividades.
Entre las actividades realizadas, destacan las intervenciones en recintos educativos, como la visita a la Escuela de Callaqui, en Alto Biobío, y el apoyo emocional y entrega de útiles escolares a la Escuela Villucura de Santa Bárbara, afectada por un incendio en mayo pasado.
Además, durante dos meses, los estudiantes participaron en iniciativas de la Fundación Vita, organización dedicada a mejorar la calidad de vida de personas neurodivergentes mediante servicios terapéuticos y espacios formativos que fomentan la inclusión y la participación comunitaria.
Pero las intervenciones se han extendido a otras materias, como en el caso de la participación del Voluntariado UdeC campus Los Ángeles en una actividad del Programa Abriendo Caminos de la Delegación presidencial provincial de Biobío.
De igual modo, durante el primer semestre se llevó a cabo una actividad que entregó cobijo y compañía a personas en situación de calle. Fue a través de rutas realizadas en Los Ángeles que se pudo conocer la realidad de quienes no tienen un hogar.
Aporte a la comunidad
La jefa de Vinculación con el Medio, Valeria Pérez Chavarría, detalló que tras una reunión con la encargada de trabajar con voluntariados de la Corporación Red Amor, Carolina Soto, las estudiantes mostraron gran motivación para participar.
“Quisiera destacar el compromiso de nuestras estudiantes con su comunidad, pues sin pensarlo decidieron ir a apoyar esta labor, comenzando en la semana donde en nuestra comuna se activó el Código Azul por las bajas temperaturas. Lo anterior claramente logra unos de los objetivos de esta asignatura que esproporcionar una formación integral y con sentido social, tema que es clave para nuestra institución que se caracteriza por su responsabilidad social con la comunidad», aseguró.
Por otra parte, la Jefa de Vinculación con el medio, destacó que el Voluntariado UdeC campus Los Ángeles «aporta enormemente a la creación y/o desarrollo de habilidades de las estudiantes tales como: trabajo en equipo, comunicación, creación de redes entre otras”.
Formación integral
De estas rutas se hizo parte alumna de segundo año de la carrera de Enfermería, Kiara Muñoz Rivera. Tras culminar con las jornadas iniciadas el pasado 25 de junio, reconoció que el impacto fue incluso mayor de lo que había pensado.
“El crecimiento personal con este voluntariado es algo que aprecio mucho, me ayudó a ser consciente de las necesidades y realidades de las personas, en momentos lograba mencionarme que realmente la vocación del servicio es algo que quiero en mi vida», recalcó.
«El aportar con un granito de arena es algo que, capaz para mí en lo personal es poco, pero cada persona a la que acudimos demostraba que era mucho más que eso. Disfruté mucho este voluntariado al momento de participar con Red Amor, son mujeres con un poder de cambio muy grande y lo transmiten en cada una de sus rutas”, compartió la alumna.
Además, reconoció un gran aprendizaje al momento de compartir con quienes están en situación de calle, hablar sobre sus historias, y conocer un poco más de su día a día.
“Aprendí a mirar más allá de la apariencia y a conocer la historia que hay detrás de cada persona a la que acudimos. Me impactó mucho darme cuenta de cuánto valoran un gesto tan simple como una conversación o una sonrisa. Estas interacciones me recalcaron la importancia de ser empáticos en esta vida, a dejar de lado los prejuicios. Sentí que, aunque no podíamos cambiar su realidad de un día para otro, el solo hecho de estar presentes ya era una diferencia, muchas personas solo necesitaban un café y un oído, y fue muy grato conocer y escuchar cada historia de fortaleza y lucha constante. También me sorprendió mucho el respeto con el que se dirigían a nosotras, siempre agradecidos y con un trato que me fortaleció mucho en las noches de frío que andábamos en ruta”, expresó Kiara.
De este modo, esperan seguir trabajando a través del Voluntariado UdeC, que si bien llega como una asignatura complementaria, se transforma en un espacio de aprendizaje y crecimiento personal, con un impacto real a la sociedad local.