UdeC recuerda su primera clase ocurrida el 17 de marzo hace 104 años
Crédito: Archivo Fotográfico UdeC
Uno de los hitos fundacionales de la Universidad es la realización de la primera clase, dictada por el profesor de Química, Salvador Gálvez Rojas.
En un local arrendado, en la calle Caupolicán 262, se realizó la primera clase de la Universidad de Concepción. Fue el 17 de marzo de 1919, hace 104 años, que un grupo de estudiantes del curso de Química se reunieron, junto con el profesor Salvador Gálvez Rojas, para comenzar la historia de una institución de educación superior que desde entonces ha crecido hasta contar hoy con 89 carreras de pregrado y más de 5 mil estudiantes nuevos cada año.
Ese 17 de marzo, se concretaban los esfuerzos de dos años de trabajo del Comité Pro-Universidad y Hospital Clínico, fundado en 1917 y dirigido por Enrique Molina Garmendia como presidente y Virginio Gómez González, como vicepresidente, quienes lideraron a un grupo de más de 30 hombres en un Comité Ejecutivo que tuvo la misión de concretar, legal y financieramente, una universidad para el sur del país.
Una de las misiones de este Comité era gestionar con el Parlamento la aprobación de un proyecto de ley para crear la Universidad. Sin embargo, las conversaciones dieron cuenta de que no sería fácil lograr un respaldo rápido, existiendo incluso algunas reticencias de parte de parlamentarios que consideraban innecesario, e incluso perjudicial, la conformación de un plantel de las características de la UdeC.
Estudiantes en laboratorios, c. 1919/Archivo Fotográfico UdeC
Es por ello que, al celebrar el décimo aniversario de la institución, el entonces Rector Enrique Molina señalara que “después de diversas gestiones, el Comité se convenció que el Gobierno no crearía quién sabe en cuanto tiempo la Universidad”.
En este punto, los miembros del Comité, liderados por Virginio Gómez -ya que Enrique Molina se encontraba comisionado en el extranjero- decidieron no esperar el decreto de fundación de la Universidad y abrir, a partir del 17 de marzo, las aulas para los cerca de 120 estudiantes ya inscritos para las cuatro carreras fundacionales: Química Industrial, Farmacia, Pedagogía en Inglés y Dentística.
“El Comité se cansó de esperar y en un gesto de audacia y fe resolvió, sin más ni más, abrir la Universidad a principios de 1919”, señalaba Molina en su discurso, en una frase que resume el sentimiento que rodeó este acontecimiento histórico.
El profesor y sus alumnos
Salvador Gálvez Rojas fue el profesor encargado de dictar la primera clase. Nacido en Santiago en 1888, desarrolló sus estudios superiores en el Instituto Pedagógico, donde se graduó de profesor de Ciencias Biológicas, Química y Mineralogía, en 1911. Tenía 31 años cuando llegó a la Universidad de Concepción, institución en la que permaneció hasta su jubilación, en la década de los ’60.
Salvador Gálvez Rojas/ Archivo Fotográfico UdeC
El profesor Gálvez fue invitado por el comité a formar parte de la nueva institución apenas se delinearon las carreras que impartiría. Es así como en correspondencia del 24 de febrero de 1919, Gálvez agradece ser considerado para dictar una cátedra señalando al Comité sus “felicitaciones por su labor patriótica encaminada a crear una universidad que corresponda al concepto moderno que se tiene de ella y mis sinceros agradecimientos por permitirme contribuir con mi grano de arena”.
Ya para el mes de febrero, Gálvez delineó el trabajo que debía realizarse en el área de la Química, demostrando que no solo esperaba hacer sus clases, sino contribuir a organizar académicamente los estudios de esta disciplina en la Universidad. Por ejemplo, opinó en su misiva del 10 de febrero que los estudios de Química Industrial y de Farmacia podrían realizarse en un solo laboratorio para economizar recursos, y también propuso la creación de un gran pabellón donde se experimentara con todas las ramas de la Química, en vez de crear laboratorios pequeños. Su experiencia como profesor de la Escuela de Ingenieros de la Armada, en Talcahuano le dio autoridad para proponer estas medidas, y también para opinar sobre el estado de los estudios de la Química en el país. Por ejemplo, aseguró que la enseñanza de la química en los liceos era deficiente, por lo que propuso iniciar el primer año con un curso de Química General.
Estudiantes y profesores en el primer Congreso de Farmacia c. 1929. Profesor Salvador Gálvez en segunda fila, octavo de iz.q der./Archivo Fotográfico UdeC.
Ya para el 16 de febrero de ese año, había aceptado la cátedra de Química Inorgánica. En misiva al Comité, se compromete a “conversar con los profesores de Química de la Escuela de Farmacia (de la Universidad de Chile) para que me orienten en la forma como allí se da la enseñanza, y al mismo tiempo me faciliten los apuntes que recopilan los alumnos. Pediré a personas competentes datos, ideas, etc, sobre un plan de estudios y programas para un curso de Química Industrial”.
En cuanto a los estudiantes, se trató de una generación de más de 60 hombres y mujeres que se inscribieron para las carreras de Farmacia y Química Industrial. Para ser estudiante regular de la Universidad, los requisitos eran contar con el Bachillerato en Humanidades, salud compatible con los estudios y el pago de matrícula, la que podía cancelarse en dos cuotas y para la que se crearon prontamente algunas becas para quienes no pudieran pagar.
Aunque las condiciones materiales eran precarias -el profesor Gálvez llevaba la instrumentación desde su casa- el plan de estudios era equivalente al de la Universidad de Chile, y los exámenes de fin de años demostraron que los y las estudiantes cumplían con las competencias necesarias para avanzar de curso. De esta manera, el primer año institucional cerró con éxito y la matrícula no hizo más que aumentar: De los 120 alumnos iniciales, a 223 el año siguiente y a un total de 483 en 1929, a diez años del inicio de las clases. Desde esos modestos inicios, hasta los cerca de 25 mil estudiantes de pregrado que hoy tiene la institución, se ha recorrido un camino centenario, cuyo inicio se conmemora recordando la primera clase de la Universidad de Concepción.
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