Restaurar con conocimiento: proyecto UdeC fortalece la colaboración entre ciencia, comunidades y ecosistemas en Florida

Crédito: Raphael Sierra P. – Diario Concepción.
La iniciativa, impulsada por la Universidad de Concepción a través de la Facultad de Ciencias Forestales, busca fortalecer el vínculo entre ciencia, territorio y saberes locales, promoviendo una mirada integral y contextualizada de la restauración ambiental.
En la comuna de Florida, en la región del Biobío, estudiantes universitarios, habitantes rurales, académicas y académicos, junto a representantes de distintas instituciones, colaboran en el seguimiento y evaluación de acciones de restauración ecológica con especies nativas.
El proyecto, impulsado desde la Universidad de Concepción, no busca plantar árboles, sino acompañar críticamente procesos ya implementados, generar conocimiento colectivo y fortalecer el vínculo entre ciencia, territorio y comunidad.
El trabajo, se enmarca en una iniciativa de Vinculación con el Medio (VRIM-UdeC), a través del curso de Restauración Ecológica de la Facultad de Ciencias Forestales. Bajo una metodología de aprendizaje basado en proyectos, estudiantes de pregrado aplican sus conocimientos en terreno y colaboran directamente con actores locales en la evaluación del impacto de plantaciones en núcleos realizadas por una consultora en años anteriores.
“Para nosotras es importante que los y las estudiantes no solo aprendan a medir árboles, sino también a dialogar con comunidades, interpretar procesos ecológicos en escenarios reales, y reflexionar sobre qué significa restaurar de manera justa, efectiva y con sentido local”, señala la académica a cargo del curso, Dra. Marcela Bustamante.
Monitorear para entender y mejorar
Durante el semestre, los equipos estudiantiles realizaron un monitoreo ecológico en tres sitios restaurados, evaluando variables como supervivencia, diversidad de especies, regeneración natural, cobertura vegetal, acumulación de hojarasca. Estos datos permiten comprender cómo están funcionando las plantaciones en distintos contextos de degradación, y sirven como base para mejorar futuras decisiones de manejo.
El equipo organizó un taller participativo de priorización de indicadores, donde se compartieron los resultados y se abrió un espacio deliberativo para decidir, colectivamente, qué señales vale la pena seguir observando en el tiempo.
Un taller con múltiples voces
El taller reunió a más de 25 personas, incluyendo vecinos y vecinas de Florida, propietarios con experiencia en restauración, representantes de fundaciones, funcionarios municipales, ministeriales, consultores, académicas y por supuesto, estudiantes.
A través de mesas temáticas, fichas visuales y facilitación a cargo de los propios estudiantes, los asistentes analizaron distintos tipos de indicadores (estructurales, de biodiversidad, de procesos ecológicos y sociales), y votaron por aquellos que consideraban más útiles, relevantes y medibles en su contexto.
Restaurar más allá de lo ecológico
Uno de los aprendizajes clave del proyecto ha sido comprender que restaurar no es solo recuperar cobertura vegetal, sino también reconstruir vínculos entre personas, paisajes y saberes. La restauración ecológica, entendida así, es también una práctica pedagógica, política y territorial.
La experiencia ha fortalecido la colaboración entre actores locales y la Universidad, y ha demostrado que el aula puede extenderse al campo y que el conocimiento científico puede combinarse con la experiencia comunitaria para enfrentar los desafíos de la crisis ecológica.
A partir de los indicadores priorizados, se proyecta avanzar hacia un sistema de monitoreo adaptado al contexto local, replicable y útil tanto para comunidades como para instituciones públicas y privadas. Además, la metodología será compartida con otras experiencias de restauración participativa en la región.
Desde la UdeC, la docente espera seguir fortaleciendo este tipo de iniciativas que integran formación profesional, investigación aplicada y compromiso con los territorios.
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