Innovadora propuesta UdeC busca regular instalación de plantas desalinizadoras
Crédito: Facultad de Ingeniería UdeC
El Dr. Rodrigo Bórquez Yáñez, académico de la Facultad de Ingeniería UdeC —junto a la Dra. Amaya Álvez Marín y el Dr. Robinson Torres Salinas— conformaron un equipo multidisciplinario para abordar el tema desde las aristas tecnológica, ambiental, sanitaria y cultural.
La transferencia de tecnología a la sociedad es una las prioridades para la Facultad de Ingeniería UdeC. Por lo tanto, la reciente adjudicación de un proyecto Fondef IT al Dr. Rodrigo Bórquez —docente e investigador del Departamento de Ingeniería Química—respalda la importancia de seguir avanzando en uno de los temas claves para Chile: el acceso al agua potable.
Las plantas desalinizadoras de agua de mar a través de nanofiltración —tecnología patentada por el académico hasta el año 2033— ha sido probada en varias zonas costeras a lo largo de Chile. Sin embargo, durante la instalación y puesta en marcha de estas unidades, su creador se ha dado cuenta de vacíos legales para con las comunidades, que es urgente abordar. “No hay una regulación clara para que plantas como la que nosotros proponemos —o de otras empresas comercializadoras de osmosis inversa— se instalen en zonas costeras e incluso en la desalinización a gran escala. Existen varias leyes en el Congreso que se han presentado o discutido, pero no se ha tomado ninguna decisión todavía sobre el tema”, cuenta Bórquez.
Dado lo anterior, generó una alianza con la abogada Dra. Amaya Álvez, quien trabaja en el área del Derecho Público y Derechos Humanos del Crhiam; y con el sociólogo Dr. Robinson Torres, para desarrollar un proyecto que permita proponer un marco regulatorio de tal manera que abarque todos los aspectos; es decir, la parte tecnológica, ambiental, sanitaria y cultural. Así, junto con la colaboración de otros profesionales humanistas y también de ingeniería generó una propuesta innovadora, la que también incorpora avances tecnológicos relacionados con la optimización energética de la planta o unidad de desalinización empleando nanofiltración.
“Nos hemos dado cuenta que el tema energético en plantas que hemos instalado en pequeñas comunidades costera no es fácil, porque por un lado los suministros de energía eléctrica son bien acotados (pocas horas), o simplemente no tienes disponibilidad de energía eléctrica. En caso de requerirse, es necesario de transformadores para llegar con más energía. Pensando en eso, decidimos acoplar el uso de energía renovable a la unidad, así como también tratar de optimizar el consumo energético dentro del mismo proceso”, cuenta el académico UdeC.
Proyecto Fondef IT
El proyecto Fondef IT 19I0021 “Generación y validación de un modelo integrado de abastecimiento de agua potable rural en comunidades costeras empleando desalinización de agua de mar por tecnología de nanofiltración”, busca tres objetivos:
1. Incorporar innovación en el proceso para optimizar el consumo de energía, con la incorporación de energía renovable e integración energética en el proceso (celdas fotovoltaicas).
2. Generar un informe económico, social, legal, medioambiental y sanitario que permita conocer el alcance de la implementación de un sistema de este tipo.
3. Propuesta de marco regulatorio como modelo integrado de abastecimiento de agua potable a partir de agua de mar replicable y escalable para el cumplimiento del derecho humano al agua en comunidades costeras.
¿Cómo se va a realizar? A través de la implementación de una planta a menor escala, la que debería estar funcionando durante seis meses abastecida con celdas fotovoltaicas, y que se instalaría primero en la costa de la comuna de Hualpén. Luego, esta misma unidad se trasladaría a una localidad costera en Tirúa por otros seis meses, y finalmente, por la misma cantidad de meses a la comuna de Quemchi, Chiloé.
“La idea es construir esta unidad pequeña autoabastecida con energía solar, la que se instala en un lugar, se monitorea y trabaja con la comunidad por un periodo de seis meses; probando, abasteciendo, tratando de generar alguna forma de manejo con sus habitantes, de tal manera que puedan entender en qué consiste la unidad: todos los aspectos tecnológicos, sociales, económicos y legales, romper las barreras de entrada que representa para las comunidades consumir agua de mar desalinizada y convencer que esta tecnología puede ser la solución futura de los problemas de agua en muchos sectores costeros”, explica Rodrigo Bórquez.
Se busca, por lo tanto, el uso en un 100% de energía renovable en una planta muy pequeña que permita operar ocho o máximo 16 horas diarias. “No vamos a hacer una planta demasiado grande, porque queremos que la gente se vaya dando cuenta de la calidad del agua, de sus características. Es más bien demostrativa, no vamos a resolver el problema de agua de cada localidad, sino más bien que queden las bases desde todo punto de vista para que después las mismas municipalidades u organismos técnicos, la misma Dirección de Obras Hidráulicas o el Ministerio de Obras Públicas, tomen esto como pauta para financiar con conocimiento y así masificar el tema”.
Este proyecto cuenta con asociados como las municipalidades de Hualpén, Tirúa y Quemchi; la empresa Alister Ingeniería y Construcción Ltda. —con los que se ha desarrollado anteriormente otras unidades— y la Dirección Regional de Obras Hidráulicas, “lo que nos da cierto respaldo institucional del Estado sobre lo que estamos haciendo”, puntualiza Bórquez.
El Fondo Nacional para Investigación Tecnológica adjudicó solo 15 proyectos a nivel nacional, siendo uno de ellos el del Dr. Bórquez, que se suma a otros dos obtenidos por investigadores de la Universidad de Concepción.
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