“Hoy lo llamamos hipersequía”: Académico UdeC analiza déficit de lluvia que afecta al país
Crédito: Noticias UdeC
Dr. Juan Inzunza detalla que a partir de 2010, el mismo año del terremoto, se comenzó a evidenciar la falta de precipitaciones en nuestro país. Desde entonces, la situación ha escalado e incluso hoy se habla de racionamiento de agua en comunas de la zona central.
Ad portas de registrarse un sistema frontal en la zona, el profesor asociado del Departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción, Dr. Juan Inzunza Bustos, afirmó que por ahora no hay ningún pronóstico que ponga término al fenómeno meteorológico que comenzó, según sus estimaciones, el mismo año del terremoto. Desde entonces, los registros de precipitaciones muestran cada vez mayor déficit de agua caída en gran parte del país. En Biobío el registro es de 65,5% y en Ñuble de 81% por debajo de lo registrado en un año normal.
El académico explicó que debido a la gravedad del asunto, el término que utiliza hoy la comunidad científica para describir el fenómeno es mucho más duro que usado el comúnmente.
“Es tan severa esta sequía que los meteorólogos dejamos de llamarla megasequía, sino que le dimos un nombre más fuerte aún: hipersequía, porque ha sido muy larga en el tiempo y muy intensa en cuanto a los déficit de agua caída, entonces ya está clasificada como algo más grande”, afirmó.
Normalización
Para el especialista en temas de la atmósfera y pronósticos del tiempo, la sequía que hoy estamos viviendo en gran parte del país debería ser sólo pasajera, pues afirma que los procesos de la naturaleza son cíclicos y “todo en algún momento vuelve a la normalidad”; sin embargo, hasta ahora no existe una fórmula científica que pueda predecir con exactitud cuando viviremos ese escenario.
“Esto se puede normalizar, sin duda, pero el comportamiento de la atmósfera es caótico, impredecible, azaroso; se hacen los pronósticos, pero es imposible saber con certeza cómo se va a comportar la atmósfera en los próximos años, incluso saber el comportamiento de este año es difícil. Por eso se llama pronóstico, porque es un intento de predecir lo que va a pasar a la tarde, mañana, el próximo mes o el verano; sino, se llamaría acierto del tiempo”
Pese a ello, afirmó que en el Departamento de Geofísica de la UdeC, así como también la comunidad científica internacional, “hoy más que nunca se hacen análisis de este tipo. Estamos preocupados y hacemos análisis para saber cuándo se va a terminar esto. Tenemos que confiar en las mediciones e intentar resolver con buenas aproximaciones las ecuaciones que describen el comportamiento de la atmósfera”.
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