Durante las últimas décadas, la industria acuícola chilena se desarrolló hasta posicionarse como una de las principales actividades económicas del país. Algo que ha sido posible, en parte, gracias a las condiciones naturales de nuestro territorio, propicias para el desarrollo de la actividad. Sin embargo, estas han llegado a sufrir alteraciones producto de la propia industria, por lo que la legislación actual exige implementar soluciones que necesitan ser evaluadas científicamente. Esto último es lo que se propone llevar a cabo un proyecto Fondef, cuyo progreso a lo largo de este año ya ha permitido obtener resultados experimentales y capacitar a varios representantes del sector público y privado.
El proyecto en cuestión se titula “Modelo para la evaluación e investigación de mecanismos de mitigación y remediación aplicados a ambientes marinos alterados por acuicultura” y es dirigido por el Dr. Marcelo Gutiérrez, investigador principal de COPAS Coastal de la Universidad de Concepción, quien ha trabajado desde hace varios meses junto a los doctores Fabián Tapia (director alterno de proyecto), Silvio Pantoja (co-investigador) y Valentina Valenzuela (co-investigadora), investigadores del mismo centro, y con el MSc. Cristian Vásquez (coordinador de transferencia).
Si bien el proyecto en sí apunta a elaborar un modelo de evaluación que contribuya a la gestión ambiental de la industria, este también abarca distintas actividades que tienen como propósito pavimentar el camino para su óptima implementación. Entre ellas se encuentra la transferencia de conocimiento relevante a través de la capacitación titulada “Márgenes científicos de la recuperación de fondos marinos: aspectos oceanográficos y biogeoquímicos clave”, la cual ya se impartió en tres oportunidades en lo que va de 2025: una a principios de año, otra a mediados de mayo y la tercera en agosto. De acuerdo con información compartida por Cristian Vásquez, estas fueron dirigidas a actores públicos y privados asociados al proyecto, como SUBPESCA y las empresas prestadoras de servicios de recuperación de fondos marinos KRAN y DVS Tecnología, instituciones colaboradoras como INTESAL, más actores sectoriales como Sernapesca, IFOP, empresas salmoneras, y otros prestadores de servicios de remediación y consultores ambientales.
Trasfondo ambiental, trabajo en laboratorio y desafíos pendientes
Para brindar un poco de contexto, la actividad acuícola resulta en un enriquecimiento orgánico en el ambiente marino, que puede conducir a la disminución del oxígeno disuelto en el agua de fondo. Esto, eventualmente, reduce la capacidad degradativa y de remediación natural de estos ecosistemas. Frente a este escenario, se implementaron diversas regulaciones que exigen a los titulares de las concesiones de acuicultura contar con medidas para mejorar esta situación, autorizando mecanismos físicos de oxigenación destinados a ello.
Estas regulaciones propiciaron el nacimiento de un mercado de empresas que ofrecen mecanismos de recuperación de fondos marinos: esencialmente, son procedimientos que buscan cumplir con los límites de aceptabilidad de indicadores biogeoquímicos del agua y el sedimento marino establecidos en la normativa para alcanzar condiciones aeróbicas en las áreas concesionadas. Sin embargo, el éxito de estos mecanismos depende de la consideración de un amplio espectro de factores oceanográficos, los que fueron abordados en las capacitaciones.
Naturalmente, evaluar el éxito de estos mecanismos requiere estudiar cómo responden los fondos marinos a ellos. Según cuenta Marcelo Gutiérrez, los experimentos que han realizado en laboratorio consisten en simular las condiciones del sistema bentónico para observar su reacción frente a distintas cargas de materia orgánica y diversos flujos de oxígeno agregado, siendo esto último el corazón de los mecanismos de remediación propuestos por las empresas. “La idea es probar su efectividad y ver cuáles son los rangos de tiempo que se deben esperar para que estos mecanismos permitan alcanzar condiciones de fondo consideradas naturales o no alteradas”, señala, agregando que también se busca generar información que aporte a la gestión de las empresas que ofrecen estos servicios, las productoras que los contratan y las entidades públicas encargadas de su regulación y evaluación.
Hasta el momento, “el proyecto se ha desarrollado de acuerdo a lo esperado, despertando gran interés entre actores vinculados a la materia”, afirma Cristian Vásquez. En cuanto a los frutos del primer año de trabajo, estos se pueden resumir en tres: la caracterización ambiental de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, los primeros resultados experimentales y la identificación de brechas de información. Dichos procesos abarcaron recopilar información oceanográfica en las zonas donde opera la industria, el diseño de un modelo experimental, estandarizar procesos analíticos y realizar pruebas piloto, las que permitieron analizar la relación entre la acumulación de materia orgánica y la ventilación de fondo, midiendo consumo de oxígeno, tasas de degradación y parámetros biogeoquímicos como pH, potencial redox, amonio y sulfuro de hidrógeno, lo cual resultó en las primeras estimaciones de tiempos de recuperación natural de fondos marinos.
En lo que concierne a su porvenir, se contempla realizar una segunda etapa de estudio que consistirá en un seguimiento de los mecanismos de recuperación, pero esta vez, mientras son aplicados en terreno. Además, se piensa llevar a cabo un seminario de resultados, así como otras dos capacitaciones a definir sobre la implementación del modelo resultante, una en el último trimestre de 2025 y otra en el primer trimestre de 2026.