Censo 2024: Experto UdeC asegura que medición permitirá ver consecuencias del crecimiento no planificado
Crédito: Instituto Nacional de Estadísticas
El Censo 2024 no solo es un instrumento vital para la construcción de políticas públicas. El geógrafo y docente UdeC Dr. Voltaire Alvarado espera que los resultados permitan apreciar el nuevo panorama en densificación urbana y el estado de los asentamientos informales en Chile, llevando al diseño de una planificación territorial que hasta el momento no ha sido eficiente.
El Censo de Población y Vivienda 2024 se encuentra en marcha, desempeñando un papel fundamental en la recopilación de datos sociodemográficos. Iniciado el 9 de marzo, se extenderá hasta el 2 de junio para abarcar a todos los residentes habituales del país, incluidos ciudadanos nacionales y extranjeros, independientemente de su condición migratoria.
Este censo busca actualizar de manera completa los datos recopilados en 2002, tras la polémica aplicación del proceso en 2012, que fue objeto de críticas en diversas revisiones, siendo la más significativa la auditoría realizada en septiembre de 2014, en colaboración con el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade).
En 2017 se aplicó un Censo abreviado que permitió una actualización parcial de los datos. Sin embargo, la importancia del Censo 2024 radica en su capacidad para proporcionar información detallada y actualizada que respalde la toma de decisiones en áreas clave como la planificación territorial.
El académico del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía (FAUG) de la Universidad de Concepción, Dr. Voltaire Alvarado Peterson, indicó que el Censo no solo servirá para entender la densificación poblacional en áreas urbanas y rurales, también serviría para entender los movimientos de la población en favor de un comportamiento de consumo desprendido del modelo económico.
“El bienestar en Chile está basado en la propiedad, hipótesis que venimos trabajando desde hace un tiempo. La transición económica chilena emprendida después de la crisis de 1982 nos convirtió en una sociedad de consumidores y, por lo tanto, una sociedad de propietarios. El neoliberalismo, para sostenerse como marco cultural, necesita de consumos permanentes. Por lo tanto, la ciudad y la vivienda son importantes”, explicó.
Esto, añadió el docente FAUG, podría en parte incentivar los emplazamientos urbanos, tomando como ejemplo el proceso de desruralización en China ejercido desde 2009.
“La particularidad que tienen los entornos urbanos es que al estar dotados de servicios aglomeran relaciones comerciales cotidianas que son permanentes. Por lo tanto, el consumo es más alto y eso de cierta forma es lo que mantiene un modelo donde nosotros no somos productores de automóviles ni nada de eso”, añadió el Dr. Alvarado.
Además afirmó que hay que prestar atención también al fenómeno de baja natalidad y envejecimiento progresivo en Chile, y en otras latitudes a la disminución de la población rural consolidada en algunas localidades de España, en la frontera con Portugal.
Planificar para el nuevo Chile
Sin embargo, no solo los movimientos desde la zona rural a la urbana podrían quedar en evidencia. La cantidad de familias que cuentan con una segunda vivienda en zonas ha empujado a cambios importantes en materia de densidad de ciertas áreas rurales de interés.
“Entre 2002 y 2017 tenemos una hiperdensificación en algunas zonas que vienen después del periurbano, que son las zonas rurales próximas al área metropolitana, las grandes ciudades. Estoy hablando incluso de ciudades medias. Florida –Región del Biobío– es un excelente ejemplo para pensar como las zonas rurales se fueron densificando en el tiempo. Hay un ejemplo que está bien de moda que es Puerto Varas y Frutillar – Región de Los Lagos. Ambas comunas están loteadas desde 2012. Lo que pasó con la pandemia es que la gente decidió vender, subdividir nuevamente o construir las casas”, detalló el Dr. Voltaire Alvarado Petersen.
La planificación territorial, en tanto, es de importancia para una gestión apropiada del crecimiento urbano y mitigar las condiciones de vulnerabilidad. Sin embargo, la capacidad de diseño y actualización eficiente de las herramientas respectivas es una materia en la cual el académico UdeC señala que existen alarmas no atendidas.
“Todos los instrumentos de planificación territorial nacen atrasados unos 20 años. Llegan tarde. Es como vivir en un permanente delay. La planificación no puede ser automática, tiene unos pasos de participación ciudadana que son fundamentales para poder darle legitimidad. El problema está en que cuando usted planifica no lo hace sobre la base de una tabla en blanco: planifica intereses, proyecciones, necesidades. Lo único que no planifica es lo que sí se debiera planificar, que es la orientación para el progreso de una comunidad determinada”, advirtió.
Esto produce que los instrumentos se generen en un plazo no menor a los cinco años, mientras la construcción de nuevos edificios continúa en curso.
Asentamientos informales
Los resultados del Censo 2024 deberían arrojar una nueva perspectiva sobre los asentamientos de carácter informal, que según el Ministerio de Vivienda y Urbanismo alcanzan los 1.432.
“La toma en Latinoamérica es una acción política muy fuerte durante el siglo XX y que hoy día habría que ver cómo se está comportando”, dijo el académico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía. Los trámites y plazos para el otorgamiento de soluciones habitacionales presionan la existencia de los asentamientos, generando además una competencia entre las personas que quieren acceder a los beneficios y un crecimiento de las ciudades que escapa a cualquier plan.
“Ese crecimiento, que no está planificado, cuando pasa a ser permanente empieza a formar parte de facto de la ciudad. Esas personas que están en la toma también están esperando su oportunidad para acceder a la vivienda. Esto es un sistema que ofrece un bienestar de competencia. Usted quiere una vivienda pero no tiene unos recursos. Bueno, pónganse en la fila, llene estos formularios y cuénteme por qué usted tiene que ir primero que la persona que está al lado”, afirmó el Dr. Alvarado.
Por ello, el geógrafo y docente UdeC invitó a tomar con seriedad la materia de planificación y del uso de conceptos sensibles.
“Territorio no es un punto en un mapa, es una serie de relaciones de poder, históricas, de memoria, de proyección, de futuro, en donde las personas fijan los límites del lugar que habitan. Es donde dicen ‘esta es nuestra comunidad, nuestro entorno, nuestra villa, nuestra toma, nuestro condominio’. Todo el mundo habla de territorio como si fuera algo tan simple como comprar papel higiénico, y la verdad es que es un concepto bastante delicado a la hora de mirarlo en torno a cómo funcionan las políticas públicas, cómo se produce la información”, reflexionó.
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