Cabildo: historia y perspectivas de una fórmula ciudadana para el diálogo
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC
Se trata de reuniones cuyo origen en Chile se remontan a la Colonia. Las últimas semanas, y tras el estallido social, los cabildos han recobrado fuerza para convertirse en una instancia de diálogo ciudadano complementario a las manifestaciones. Académicos UdeC comentan sus orígenes y alcances políticos.
Miles de personas se han reunido en torno a citas auto convocadas —o al alero de instituciones— en las que se debaten las principales causas y posibles salidas ante la crisis social que enfrenta el país. A esta serie de encuentros se les ha dado el nombre de cabildos.
Pero, ¿de dónde viene la idea del cabildo como reunión ciudadana y qué nivel de incidencia pública pueden lograr? Académicos de la Universidad de Concepción comentan los alcances históricos, políticos y sociales de estas instancias, las cuales, según la Mesa de Unidad Social, ya han convocado a más de 15 mil personas.
“El concepto de cabildo representa algunas ideas esenciales. Una de ellas es que la comunidad participe en la toma de decisiones y que esas decisiones tengan que ver con ese grupo particular. Entonces, se discute sobre aspectos macro en términos económicos, políticos o culturales, pero las conclusiones tienen que ver con esa micro comunidad en la cual se gestó la reunión”, explica el académico y Director del Departamento de Historia, Dr. Fernando Venegas Espinoza.
El especialista agrega que, en términos históricos, dicha organización ha tenido diversos sentidos. Llegó desde España con los conquistadores y estuvo conformado por hombres que se situaban la cúspide de la jerarquía social. Durante los siglos XVII y XVIII, los cargos del cabildo se transaban económicamente. Por lo mismo, este órgano lo completaban integrantes de la élite dirigente. Ya en el siglo XIX, en los albores de la República, el cabildo puede asociarse con la idea de municipalidad.
“Pero las municipalidades siguieron siendo corporaciones donde estaban representados los grupos altos de las localidades. Después, cuando van surgiendo los grupos medios, hacia la transición del siglo XIX y XX, van apareciendo otros actores en los municipios. A partir de la Ley de Comuna Autónoma (1893), se dio que podías encontrar comerciantes e incluso campesinos en algunas localidades integrando los municipios, porque se establecieron en diferentes territorios y algunos de ellos de carácter rural, pero los hacendados siguieron teniendo un rol muy importante”, complementa el Dr. Venegas.
A fines del siglo XIX y particularmente durante el siglo XX, el concepto ‘cabildo’ se disocia de ‘municipio’, pasando a ser relacionado con la idea de reuniones o asambleas de vecinos.
Asimismo, en la medida de que lo que se conversaba allí correspondía a preocupaciones locales que eran discutidas de manera directa, la idea de cabildo fue adquiriendo un matiz democrático, al tiempo que las citas podían desembocar en orgánicas más estables, como juntas de vecinos o juntas de adelanto.
En ese marco, cabe aseverar que la valoración de los cabildos como espacios de participación es desde el presente hacia el pasado. No obstante, durante la Colonia, se trató de espacios bastante diferentes de lo que hoy entendemos como una entidad transversal caracterizada por su carácter pluralista.
Ciudadanía y expertos
La Dra. Amaya Alvez Marín, académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, destaca que los cabildos llevan impresos “una noción de lo local” que permea el debate de lo que nos acontece a diario. “Es importante rescatar la voz de las personas que son afectadas por las decisiones”.
Sin embargo, asegura que es importante que este diálogo se exprese en algún resultado. Recuerda la experiencia de las reuniones autoconvocadas en 2016, impulsadas por el gobierno de la época, para dialogar sobre una nueva constitución.
“Seguramente (ese proceso) no tuvo la salida que todos esperaban, que esos cabildos definieran el texto de reforma constitucional a presentar y ahí hubo una desconexión. Eso es lo que la ciudadanía esta vez no quiere que ocurra. Quiere que exista una correlación más exacta entre los temas debatidos y, podríamos decir, el conocimiento de los expertos”, menciona.
Respecto a este punto, la Dra. Jeanne Simon Rodgers, académica del Departamento de Administración Pública y Ciencia Política, remarca que los cabildos “son espacios de discusión, debate y deliberación, pero no es claro que vayan a convertirse en insumos (para la clase política)”.
Para que esto ocurra, dice, “hay que ver cómo va respondiendo el gobierno, los parlamentarios. Son ellos los que tienen que implementar, definir, cambiar la legislación y asignar recursos”. Si esto no sucede, advierte Simon, “se puede generar desconfianza en las personas que han participado”.
Cabildos, hoy
Los espacios de diálogo se han generado en distintos formatos en el contexto de la movilización nacional. Uno de los grupos que ha convocado a cabildos es la Mesa de Unidad Social. Algunos de los temas que han aparecido como demandas ciudadanas, son la necesidad de una nueva constitución y asamblea constituyente, protección del medio ambiente, mejoras en el sistema público de salud y educación pública y gratuita.
A nivel universitario, los planteles están aplicando diversas estrategias para propiciar el encuentro. El Consejo de Rectores, en su sesión del 6 de noviembre, acordó realizar un encuentro abierto en cada una de las regiones de Chile, a los que convocarán las 29 universidades del Cruch. Aunque no se ha fijado una fecha, señalaron que esperan realizarlos el mismo día y bajo el mismo mecanismo.
La Universidad de Concepción, por su parte, ha concretado una treintena de cabildos con el apoyo de la Dirección de Estudios Estratégicos. Acerca del sentido de estas citas, el Director de Estudios Estratégicos, Dr. Jorge Dresdner Cid, explica que “se identifican problemas país y problemas internos de la UdeC. Hay una mirada retrospectiva respecto a aquellas áreas donde se puede mejorar”.
Entre los resultados preliminares de un diálogo masivo realizado el 25 de octubre, los asistentes coincidieron en que se requiere un nuevo modelo de sociedad, y para ello una nueva constitución. A nivel local, se priorizaron temas de vinculación con el medio, formación de profesionales con sello UdeC y democracia interna, entre otras.
En la línea de los grandes tópicos emergentes, la Dra. Amaya Alvez hace hincapié en lo relativo a una nueva carta fundamental: “Es una oportunidad para agregar cosas que estaban fuera de los procesos constituyentes previos, me refiero a los pueblos originarios. Esta es una ocasión para que como país nos reencontremos con quienes siempre han quedado fuera”.
El Dr. Fernando Venegas, en tanto, subraya que los avances que necesita la sociedad son más profundos. “De pronto, a veces, lo importante es entender que los cambios constitucionales per se no hacen las transformaciones sociales, sino que tiene que haber cambios culturales más profundos”.
- Compartir
- Compartir