Aumentan consultas por violencia de género y organizaciones activan redes de apoyo
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC
Es una preocupación a nivel mundial: las mujeres en cuarentena están más expuestas a sufrir violencia en sus hogares. Organizaciones de la sociedad civil y del Estado están tomando cartas en el asunto. El llamado es a reaccionar y denunciar, tanto si se es víctima como testigo.
Yulisa Cerda Aguilera, de 22 años, es la víctima número 16 de femicidio en Chile en lo que va de 2020.
Diversas voces se han alzado para señalar que el confinamiento que se vive producto de la emergencia sanitaria puede empeorar las cosas para las mujeres que conviven con sus agresores. Las cifras en Chile indican que han disminuido las denuncias en relación con 2019, pero han aumentado los llamados por ayuda, hasta en un 500% durante la cuarentena, en el caso de comunas como Providencia y en un 70% al número 1455, que maneja el Ministerio de la Mujer, durante marzo.
La psicóloga de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad UdeC (Degyd), Doris García Kurt, advierte que en situaciones de hacinamiento, la violencia tiende a aumentar y cambiar, es decir un ciclo de violencia-arrepentimiento y nuevamente violencia puede acortarse en el tiempo. Así, aunque no hay estudios específicos sobre el efecto de las cuarentenas en el aumento de la violencia contra la mujer, sí es probable que el fenómeno se esté manifestando, dice la experta.
Ante este aumento de las llamadas a los números oficiales, diversas organizaciones han reaccionado y habilitado vías de comunicación para que tanto las mujeres que están sufriendo agresiones o testigos puedan hacer las denuncias y recibir orientación legal, pero también psicológica.
La campaña #EnRedNosCuidamos es uno de estos esfuerzos. Está a cargo de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, en la que participan agrupaciones como la Coordinadora Feminista 8M y la Corporación La Morada. La iniciativa consiste en difundir información útil y redes de apoyo territorial en ocho regiones del país. Además de visibilizar las redes institucionales disponibles para denunciar violencia. La idea es que a través de las redes sociales de las organizaciones, una persona que vive este tipo de situaciones tenga un canal para acceder rápidamente a ayuda.
Hoy lanzamos la campaña #EnRedNosCuidamos, herramientas feministas para prevenir y enfrentar la violencia patriarcal en tiempos de distanciamiento social 🙅🏻♀️ pic.twitter.com/IYsqq596ne
— Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres (@MujeresRed) April 22, 2020
El Ministerio de la Mujer y Equidad de Género también habilitó una nueva vía: Se trata de la comunicación por WhatsApp al número +569 9700 7000, el que está abierto las 24 horas, todos los días de la semana. Es una línea confidencial y segura, en la que se pueden hacer denuncias. Esto se suma a los canales ya establecidos: el teléfono 1455 del mismo ministerio y el número 149, Fono Familia de Carabineros.
🔴IMPORTANTE
Para las mujeres que estén sufriendo violencia y no puedan llamar y pedir ayuda, el @MinMujeryEG lanzó el #WhatsappMujer 📲 +569 9700 7000, método silencioso, confidencial y disponible 24/7 para emergencias, orientación y ayuda.
Guárdalo y Comparte#NoEstásSola pic.twitter.com/hmVj70tjGT— Min. Interior Chile (@min_interior) April 28, 2020
En Concepción, distintas organizaciones también están brindando apoyo: Es así como el Centro de la Mujer de Concepción tiene el correo electrónico cdmconcepcion2018@gmail.com, el celular +569 5829 1847 y el número fijo 41-2220740. Por su parte, la Asamblea Feminista Separatista del Territorio de Frontera del Biobío, organizadas por área del conocimiento, implementaron una Línea de Acompañamiento Integral Feminista, que apoya con asesoría legal, psicológica y social a las mujeres afectadas. El contacto es línea.acompanamientofeminista@gmail.com.
Qué hacer ante una situación de violencia
Salir del círculo de la violencia no es fácil. A pesar de los esfuerzos que se realizan desde el Estado y la sociedad civil, el problema no ha disminuido. Doris García señala que hay múltiples razones, pero ella se queda con las de raigambre cultural. Explica que “desde el punto de vista psicológico, tenemos una impronta transgeneracional, se arrastra históricamente la idea de que el hombre es una figura de poder y a veces tendemos a ser leales a esa idea, por fuerte que suene decirlo así”.
Sin embargo, la psicóloga indica que el movimiento feminista ha venido a cambiar las cosas, aumentando las redes entre mujeres y visibilizando que la violencia intrafamiliar —así como otras que existen— no es normal. “Tiene que ocurrir un re-aprendizaje para que esto se termine”.
En estos momentos, en que la pandemia ha llevado a muchas personas a pasar más tiempo en sus casas, es probable que haya una mayor cantidad de testigos de estos hechos. La especialista advierte que es importante no ignorar una situación como esta, pero tampoco se trata de irrumpir sin cuidarse a sí mismos y a la víctima. Su recomendación es actuar cuando la persona que sufre el problema se encuentra en un lugar seguro.
“Si nos encontramos con la persona en el pasillo, o en un negocio, es un buen momento para acercarse y preguntarle si entiende la situación, y si necesita ayuda, entregarle alguna herramienta. Siempre resguardando la confidencialidad y el hecho de que es ella la que debe tomar la decisión. A lo más puedes llamar a Carabineros ante una situación flagrante, pero la mujer es la que decide denunciar”, detalla.
Equipo de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad UdeC.
El proceso tras la denuncia
El instrumento disponible para la persecución de los delitos de este tipo es la Ley de Violencia Intrafamiliar, Las denuncias se pueden realizar en los Juzgados de Familia, Carabineros, la Policía de Investigaciones o el Ministerio Público. Si no existe evidencia de violencia física, o la denuncia es por violencia sicológica o económica, el mejor camino es el Juzgado de Familia, según señala la Red Chilena de Violencia Contra la Mujer.
La ley estipula cuatro clasificaciones de violencia: La violencia física, psicológica, sexual y económica. Debido a la forma en que se producen estas violencias, no siempre es posible recurrir a pruebas o documentos que la certifiquen, por lo que basta el testimonio de la afectada para hacer la denuncia. Dicha denuncia puede ser realizada por la misma persona, o por cualquiera que haya sido testigo de los hechos.
Tras la denuncia en el Juzgado de Familia, el segundo paso es una audiencia preparatoria, donde el juez o jueza solicita el relato de los hechos y puede pedir pruebas; luego viene la audiencia de juicio, donde se presentan las pruebas y se dicta la sentencia.
Entre las medidas que se toman está la posibilidad de alejar al agresor, trasladar a la víctima y sus hijos a una residencia de acogida u otras medidas más drásticas. Sin embargo, como la sanción no es inmediata, comenta la psicóloga de Degyd Doris García, “los procesos son lentos y no todas las mujeres están dispuestas a denunciar. Para eso están las redes de apoyo, ellas pueden actuar con mayor celeridad por ejemplo para encontrar un refugio a la víctima”.
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