Contraloría de Corporación Universidad de Concepción fija su rumbo para 2020
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC
Desde diciembre de 2019, la Contraloría UdeC pasó de ser un organismo meramente universitario y se transformó en un mecanismo de control corporativo, dando un salto adelante en materia de transparencia y oposición de funciones. Francisco Santibáñez, académico de la Facultad de Cs. Jurídicas y Sociales y actual contralor, entrega las claves del plan estratégico 2020.
Tres grandes objetivos fijó la Contraloría de la Corporación Universidad de Concepción para este 2020: implementar la restructuración de la Contraloría como órgano de control corporativo, eliminar o reducir brechas organizacionales que faciliten la adopción de decisiones unipersonales con repercusiones institucionales e implementar una política permanente de seguimiento y evaluación de impacto de los reportes, informes y procesos de la Contraloría.
Se trata de tres apuestas de largo aliento, trascendentes en el tiempo pero que se alistan a comenzar a ser materializadas a partir de los diversos cambios que ha experimentado el ente fiscalizador. En efecto, una de las adecuaciones de mayor relevancia se registró en diciembre del año pasado, cuando se aplicó la modificación reglamentaria que permitió que la Contraloría UdeC dejara de ser un órgano meramente universitario, pasando a transformarse desde entonces en un mecanismo de control corporativo.
Esto quiere decir que el marco de acción la Contraloría ya no se limitará únicamente al quehacer de la Universidad, sino que también se extenderá hacia las demás entidades que componen la Corporación Universidad de Concepción.
A lo anterior se suma la designación del nuevo contralor UdeC, el académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Francisco Santibáñez Yáñez, quien asumió en el cargo el pasado 1 de abril y recientemente, el 16 del mismo mes, presentó su plan de trabajo, definiendo los objetivos anteriormente enunciados.
Francisco Santibáñez Yáñez, Contralor.
El docente y contralor —que hoy cuenta con dedicación exclusiva—, puntualiza que la Contraloría, conforme a su actual estructuración, “es un órgano que tiene por objeto fundamentalmente velar por el cumplimiento de la normativa legal e interna de la Corporación en todo el accionar de las distintas unidades y entidades que la conforman”. A ello suma otras dos tareas centrales: “Velar por la integridad patrimonial de la Corporación y por el respeto de los principios que inspiran el quehacer de la misma”.
Bajo esa razón de ser, Santibáñez explica que el primer objetivo planteado, que busca darle sentido práctico al nuevo mandato de la Contraloría corporativa, se plantea las siguientes líneas de acción: implementar un modelo de prevención del delito, elaborar procedimientos de fiscalización conformes a las normas internacionales, impulsar la adopción de códigos de ética y profundizar acciones de promoción de la cultura organizacional de respeto a la normativa.
“Queremos que exista un modelo que sea aplicable tanto a la Universidad como a las otras entidades relacionadas de la Corporación”, señala el Contralor.
Frente al segundo desafío —eliminar o reducir brechas organizacionales que facilitan la adopción de decisiones unipersonales con repercusiones institucionales—, el responsable da cuenta de sus propósitos inmediatos: reforzar mecanismos de rendiciones de cuentas, diseñar mecanismos de control por oposición en las instancias decisionales y dotar a la Corporación de procedimientos regulatorios que faciliten fiscalización.
“Uno de los mecanismos más efectivos de control es la oposición de funciones. Es decir, que toda decisión relevante sea revisada, al menos, por dos instancias, lo que permitirá un doble control. Para eso vamos a hacer una revisión de los procedimientos para que en aquellas instancias donde no exista oposición de funciones, la implementemos”, puntualiza.
Finalmente, en lo que respecta a la implementación de una política permanente de seguimiento y evaluación de impacto de los procesos de la Contraloría, el Contralor Francisco Santibáñez detalla que se espera generar instrumentos de gestión para el seguimiento de las medidas, elaborar mecanismos de control de tramitación oportuna de investigaciones e implementar mecanismos de seguimiento de cargas académicas y convenios académicos.
“Detectamos que había cierto grado de debilidad a la hora de hacer un seguimiento de los informes que hacía la Contraloría. Queremos generar mecanismos que nos permitan ir haciendo seguimiento a las distintas recomendaciones que realiza la Contraloría en sus distintos informes y ver cómo esas recomendaciones se adoptan”, reflexiona el titular del ente fiscalizador.
Santibáñez asimismo marca un punto respecto a la disyuntiva de aplicar nuevos y mejores mecanismos de revisión sin sobre burocratizar el quehacer de la Corporación. “La experiencia demuestra que, a mayor control, las decisiones se vuelven más tardías. La clave del éxito de las instituciones es lograr ese equilibrio entre las decisiones oportunas con un adecuado mecanismo de control. La idea no es trabar las funciones de la Corporación, la idea es hacer que la gestión sea oportuna y proba”.
Igualmente, el Contralor hace hincapié en la independencia que hoy exhibe quien ocupa el cargo. “La autonomía se garantizó en esta última modificación reglamentaria, al establecer que el Contralor ya no va a ser un funcionario de confianza del Rector para efectos de su remoción, porque ahora, para remover al Contralor, esta decisión debe pasar por el directorio”.
Mirada del directorio
Al interior del Directorio de la Corporación Universidad de Concepción, se creó la Comisión de Auditoría, que se relacionará estrechamente con el nuevo Contralor. Uno de sus miembros, Germán Acuña Gamé, Presidente Colegio Médico de Concepción, comenta que las responsabilidades de la Corporación “son demasiado grandes como para no tener todos los posibles contrapesos. La esencia de la Contraloría no es solo que no haya delitos, sino propender al mejor uso de los recursos de la Corporación”.
“Espero que después de un tiempo de instalación empecemos a interactuar con los actores que administran los actos corporativos, resolver cuestionamientos y preguntas. Quizás pueda haber situaciones incómodas en el proceso de instalación hasta que se comprenda que estas formas de auto cuidado son esenciales para el funcionamiento de la Corporación”, agrega.
Todos los miembros de la comunidad UdeC y corporativa pueden acudir a la Contraloría, que actualmente cuenta con dos unidades: Auditoría, que se ocupa de las fiscalizaciones de las reparticiones de la Universidad; y Fiscalía, que tiene a su cargo los procesos investigativos por infracciones al reglamento.
- Compartir
- Compartir