Facultad de Ciencias Veterinarias
La estudiante de quinto año de Medicina Veterinaria de la Universidad de Concepción ocupó el séptimo lugar en duplas del bowling. Relata que su experiencia en la Villa Panamericana fue inolvidable y que ahora se enfocará en terminar su carrera.
El seminario de bioseguridad contó con la participación de profesionales del SAG y el Ejército, abordando el manejo de la fauna silvestre afectada por incendios. La instancia se centró en temas como el rescate, transporte y rehabilitación de estos animales, además de la prevención de infecciones y la reducción del estrés en los pacientes.
La iniciativa de la OEMV apunta a favorecer positivamente el clima en el aula el desarrollo de competencias y los aprendizajes y en él participarán académicos y académicas del ciclo básico pre-profesional y profesional, y más de dos mil estudiantes.
La Dra. Paula Aravena Bustos, directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción, resalta la importancia crítica de la vida silvestre en la regulación del clima a nivel global y enfatiza la necesidad urgente de preservar los ecosistemas.
La iniciativa fue organizada por el municipio y contó con stand informativos de la Dirección de Vinculación Social y las facultades de Enfermería, Medicina, Ciencias Veterinarias, Odontología y Farmacia de la casa de estudios.
Se trata de María José Caro, quien cursa quinto año de Medicina Veterinaria en la Universidad de Concepción. Hace diez años conoció el bowling y desde ese momento ha llevado su carrera deportiva de la manera más profesional posible.
El Dr. Alan Labra Araya, del Departamento de Ciencias Clínicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias, recordó que alimentos como pollos, carne o longanizas podrían causar daños severos en perros y gatos.
Es una micosis subcutánea que tiene entre sus signos más comunes la aparición de lesiones únicas o múltiples en la piel del felino; que puede provocar rinitis y afecciones respiratorias e incluso comprometer los órganos del felino.
El libro de 134 páginas señala que la identificación es fundamental para evitar confundir caballos tanto en competencias deportivas como al momento de su reproducción o en transacciones.
