Vista 360º: Estudiantes premiados en Bienvenida 2024 disfrutaron de la subida al Campanil

Una primera aproximación a la historia y arquitectura de la UdeC tuvieron las 60 alumnas y alumnos de la Generación 2024 que este miércoles vivieron el privilegio de subir el Campanil, en el marco de las actividades de la Bienvenida 2024 a la casa de estudios.

De ellos, 10 ganaron la oportunidad de visitar el ícono universitario por su  entusiasta participación en la ceremonia oficial de recepción, mientras que 25 resultaron sorteados/as en la misma instancia, con la opción de llevar a un invitado/a.

Apenas terminaron de sonar las campanadas del mediodía comenzó el ascenso del primer grupo bajo la guía de monitores y monitoras de Puertas Abiertas, unidad dependiente de la Dirección de Comunicaciones.

Tras unos cuatro minutos y superados los 192 escalones que llevan al balcón de la torre, a 30,5 metros de altura, los y las estudiantes se encontraron con una vista en 360 grados del Campus y una panorámica de su conexión con la ciudad.

Allí, las y los guías de cada visita -fueron seis ascensos- entregaron antecedentes generales de la fundación de la UdeC y de los inicios del Campus, en cuya planificación siempre estuvo contemplada la construcción del Campanil.

La estructura mide 42.5 metros, se terminó de construir en 1943 y fue inaugurado en 1944 junto con la Casa del Deporte, recordó la monitora Monserrat Lobato Pincheira, alumna de cuarto año de Ingeniería Comercial. 

Su par, Lorenzo Reyes Pedernera, quien está en el último año de Ingeniería Civil, comentó que la torre también fue pensada como un servicio a la comunidad, en un tiempo en que no había celulares y en el que no todos tenían reloj.  

La visita fue bien valorada por las y los asistentes, como Alonso Hidalgo Jorquera (Ingeniería Civil Mecánica), quien vino a la UdeC desde Arica. “Ha sido realmente muy hermoso, fue una experiencia muy satisfactoria ver tanta vegetación, tanto verde, es algo mágico”, señaló el joven, que dijo sentirse a gusto con su proceso de inserción en la universidad, aunque han sido días fríos y húmedos para él.

“Ha sido una muy buena experiencia. Vivimos cerca (de la universidad) y lo veíamos todas las noches iluminado, entonces ha sido bonito subir y ver cómo funciona por dentro, Sabía que se podía subir, pero pensé que solo era algo para los funcionarios”, contó la joven originaria de Los Andes, Monserrat Faúndez Aballay (Obstetricia).  También comentó que se ha sentido muy bien acogida en sus primera semanas de vida universitaria.

Como penquista, Ignacio Meneses Ortega (Teatro) conoce el Campus y ha paseado por el él desde pequeño, y más de una vez pensó en la idea de subir al Campanil.  “La experiencia en distinta a lo que uno podría pensar: subir marea un poco, pero llegar arriba vale la pena, es muy bonito y el aire es distinto”, dijo.

Ser parte de la carrera más nueva de la universidad lo tiene muy contento.  “Salir de clases y tener este tipo campus es genial; aparte el cariño que hay en esta universidad y por esta universidad se nota bastante”.

Sorprendida por la vista que ofrece la torre universitaria se mostró Annecharly Patiño Monroy (Bioquímica) quien fue invitada por su compañero Benjamín Navias García.  

“Pensé que era algo que podría hacer mucho después, porque nos dijeron que no era una actividad muy recurrente. Las vistas son preciosas, es muy impresionante ver la universidad desde la altura, porque no hay otro lugar desde donde verla así”, indicó la joven originaria de Puerto Montt.

Benjamín también destacó la oportunidad de disfrutar de una vista privilegiada. “Es bonito ver un patrimonio nacional desde aquí y contemplar lo grande que es la universidad y también aprender un poco historia, como saber que antes la mitad de la campus estaba acá en el Campanil y ver cómo se ha ido extendiendo”, señaló.