Universidades regionales abordaron desafíos del retorno a actividades presenciales

Después de más de un año de condiciones sanitarias que han impedido el desarrollo habitual de las actividades, adaptarse a un retorno seguro implica una serie de desafíos para las instituciones de educación superior.

Uno de ellos es disminuir la densidad educacional, al menos a dos tercios de la capacidad normal. Este ejercicio de optimización de la planta física ha derivado en una serie de estudios y protocolos para planificar adecuadamente un retorno híbrido, que tendrá presencialidad pero también un espacio en línea.

Ese fue uno de los temas que se abordó en el encuentro Retorno y Presencialidad: Desafíos Múltiples para las Universidades Regionales, organizado por la Universidad de Concepción junto a la Comisión de Infraestructura de la Agrupación de Universidades Regionales de Chile, AUR.

La actividad fue encabezada por Patricio Sanhueza, Presidente de AUR y Rector de la Universidad de Playa Ancha y Miguel Quiroga, Vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos UdeC, quien además expuso.

Les acompañaron Claudia Muñoz, Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio, y Rodolfo Walter, Decano de la Facultad Ciencias Jurídicas y Sociales, y Secretario General de AUR. Condujo y moderó el encuentro Alejandro Tudela, Director de Servicios UdeC e integrante de la Comisión AUR de Infraestructura y Logística Universitaria.

Entre los expositores estuvo Marco Muñoz, de la Universidad de Playa Ancha y Coordinador de la Comisión AUR de Infraestructura y Logística Universitaria, quien mencionó las recomendaciones de CEPAL y UNESCO, las que buscan repensar la educación, sus propósitos y formatos, se vuelve esencial.

Por ello, dijo Muñoz, “se hace imperativo un estudio de cabida, determinando cuál es la nueva capacidad de infraestructura de cada institución. Esto es fundamental para saber qué actividades se pueden llevar a cabo de manera presencial, cuántas personas se necesitan para operar, cuántos alumnos se puede recibir, y cuáles son las habilitaciones y adecuaciones para tomar en cuenta”.

Cambios que se quedan

En su presentación, Marco Muñoz señaló que estamos frente a un momento de cambios importantes, en el que se inicia el camino hacia una nueva concepción de espacios universitarios, educativos, laborales y de esparcimiento.

“Todo lo que logremos avanzar desde hoy, determinará el futuro de la infraestructura universitaria”, afirmó.

También, destacó que se trata de un cambio que requiere inversión de las instituciones en equipamiento, licencias, capacitaciones y redes, entre otros elementos.

“Es necesario transitar hacia nuevas formas de comunicación, nuevas formas de reunirse, con el  objeto de optimizar el tiempo”, detalló.

Por su parte, David Figueroa, Vicerrector Académico de la Universidad Católica de Temuco y Coordinador de la Comisión Cruch de Vicerrectorías Académicas, se refirió a  las experiencias y recomendaciones para el retorno a la presencialidad en las universidades.

A su juicio, lo vivido en 2020 entregó experiencia y manejo de ciertas situaciones, las que se han podido ir aplicando este 2021.

Figueroa mencionó la encuesta aplicada a 25 universidades del Cruch, que entre sus resultados, arrojó que los planteles ven como principal desafío el proceso de evaluación de aprendizajes, la calidad de lo aprendido y el ajuste del diseño institucional de asignaturas.

Agregó que el desarrollo de la docencia híbrida ha implicado transformaciones significativas en la manera de concebir la formación de los estudiantes y también en el desarrollo y dotación de tecnologías necesarias para su implementación.

El mismo Vicerrector Figueroa aseguró que no solo las universidades deberán hacer cambios. “El propio Ministerio de Educación deberá generar líneas de financiamiento para abordar actividades remediales, sobre todo en algunas disciplinas afectadas por falta de actividades prácticas”.

Capacidad de adaptación

Sobre el impacto económico que implica el retorno a la presencialidad expuso Miguel Quiroga, Vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos de la Universidad de Concepción y Coordinador de la Comisión AUR de Vicerrectorías Económicas.

A su juicio, el retorno a la presencialidad, el incremento del riesgo de contagio y el impacto en la salud, se deben considerar a la hora de evaluar los costos.

“Las instituciones de educación superior (IES) enfrentamos nuevos costos para mitigar este impacto, como el seguro Covid para trabajadores y estudiantes que deben realizar labor es de manera presencial”, comentó.

Los niveles de trabajo más importantes, dijo el Vicerrector Quiroga, están relacionados con las personas y la adaptación a nuevos contextos, como mantención de becas de conectividad, equipamiento para el trabajo remoto/presencial y la capacitación en el uso de tecnologías.

También mencionó el aumento de riesgos sicosociales con el consiguiente impacto en productividad.

El cierre estuvo a cargo de Patricio Sanhueza, Presidente AUR y Rector de la Universidad de Playa Ancha.

La autoridad señaló que “estamos en un momento histórico especial, de muchos cambios, en distintos órdenes, que también ha afectado a las universidades”.

A su juicio, el gran problema del retorno es el temor a la incertidumbre, principalmente por el miedo al contagio. En ese sentido, se manifestó a favor de un proceso progresivo de retorno a la presencialidad.

“No podemos regresar todos de un día a otro. Será posible volver a recuperar confianzas cuando demostremos que, efectivamente, están dadas las condiciones para evitar al máximo la existencia de contagios”, señaló.

“La realidad es líquida, y se está trasformando en una realidad gaseosa. Al enfrentar eso estamos desafiados y obviamente, encuentros como éste nos permiten seguir debatiendo, intercambiando experiencias que nos permitan un buen retorno seguro”, concluyó.