Solidaridad online: estudiante cedió beca de conectividad para apoyar a sus compañeros

Cuando Pablo (su nombre fue cambiado por petición del entrevistado) recibió la noticia de que había sido seleccionado para la beca de conectividad, no lo dudó. Se contactó con la asistente social que lo había ayudado previamente y le dijo que, por intermedio de un familiar, ya había resuelto su problema y que, por lo tanto, cedía su beca para ayudar a otra persona.

“La idea es que el beneficio le llegara a alguien más. Yo me iba a sentir mal si recibía la beca sabiendo que alguien más podía perder clases o en el caso extremo, congelar su carrera por no tener buen internet”, señala este estudiante de Ingeniería Civil Industrial, hijo de agricultores y el primer universitario de su familia.

Pablo es uno de los más de mil estudiantes que fueron notificados con el beneficio de acceso a conexiones a internet en sus hogares. Muchos de ellos cuentan con Internet en sus teléfonos móviles, pero con planes limitados. Ese era el caso de Pablo: su plan era de solo 15 gigas y cada vez que se conectaba, veía como iba disminuyendo aceleradamente. “Sabía que no me iba a alcanzar para todo el mes, y mi familia no tiene recursos para contratar Internet. Esto lo resolvimos a través de un familiar que nos ayudará, asi que ya vinieron a instalar internet ilimitado”, cuenta.

La beca de conectividad forma parte de un plan implementado por la Universidad de Concepción para detectar y apoyar a aquellos estudiantes que requieren ayuda para integrarse al sistema de clases online, que partió con marcha blanca el 6 de abril pasado. Una segunda línea de apoyo es la postulación a préstamo de computadores, a la que se puede postular en la web prestamoequipamiento.udec.cl

De esta manera, se espera disminuir la brecha de acceso que puedan tener estudiantes que no cuentan con los medios materiales para proseguir sus clases. Pablo valora esta iniciativa, pues cree que muchos compañeros pueden estar en una situación similar.

Sobre las clases online, señala que hasta ahora han resultado bien y que el gran desafío pasa por organizarse mejor en la casa, para poder dedicarle tiempo al estudio. “Ha sido complicado, porque estar en la casa significa que tengo que planificar mejor para llegar preparado a las horas de consulta”. Sin embargo, señala que hay rutinas que se mantienen, como estudiar solo y luego resolver dudas con su grupo de compañeros, a través de redes sociales.

A pesar del estrés que significa estar en su casa todo el tiempo, subraya que con su familia han logrado adaptarse. Así, este estudiante de tercer año dice que “en mi casa somos pocos, pero de todas maneras a veces andamos mal genio. Supongo que es algo normal por el encierro, pero lo bueno es que tengo mi dormitorio y escritorio para poder concentrarme”.