Día de la Tierra: el desafío de repensar el desarrollo y los estilos de vida

Un llamado a sumar voces para exigir “un futuro más sano y resiliente para las personas y el planeta” hizo esta jornada el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en un mensaje emitido con ocasión de la quincuagésima conmemoración del Día de la Madre Tierra o Día de la Tierra. 

La fecha fue instituida por Naciones Unidas en 1970 para concientizar a la humanidad sobre los problemas derivados de la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad, entre otras preocupaciones ambientales.

Guterres hizo una propuesta de seis medidas orientadas a la recuperación post Covid 19, poniendo énfasis en la cooperación internacional para hacer frente a la pandemia y al calentamiento global, en el entendido de que ninguna de estas dos crisis respeta las fronteras entre países.

Desde la UdeC, especialistas coinciden en que la pandemia del Covid 19 ha configurado nuevos escenarios y desafíos en torno al futuro del planeta y la crisis ambiental global, derivada del calentamiento global.

El decano de Ciencias Ambientales, Roberto Urrutia Pérez, pone el acento en las lecciones que debemos aprender del descanso que ha tenido el planeta como consecuencia del confinamiento en distintas partes del mundo.

“Las noticias han mostrado cómo la naturaleza empieza a recuperar lo que tenía antes. Las aguas en el canal de Venecia se ven transparentes, en otras partes del mundo los animales están paseando por las ciudades; también en Santiago. Esto nos da una oportunidad de darnos cuenta del impacto que estamos generando en el planeta y nos sirve de experiencia en el sentido que después de esto no podemos seguir en lo mismo; tenemos que aprender de esta experiencia y tratar de cambiar los hábitos de consumo, de formas de vida y de relación con la naturaleza”, señala.

En su opinión, esto es una muestra de que la naturaleza se puede recuperar si no está expuesta a tanta presión; “nos sirve para darnos cuenta realmente de que la Tierra es el único lugar que tenemos para vivir y que tenemos que cuidarlo; si dejamos de intervenir o lo hacemos de otra manera, tenemos la oportunidad de hacer cambios”.

Y si bien, la crisis medioambiental requiere de políticas y grandes decisiones, el Dr. Urrutia considera fundamental los que cada uno puede hacer a nivel individual.

“El cambio pasa por las personas, porque cambien sus hábitos de consumo; las políticas vienen de arriba, pero nosotros somos los que hacemos que esas políticas se materialicen. Nosotros somos los que permitimos que el sistema funcione como está. Y en estos días la gente se dio cuenta de que puede vivir sin un mall, de que puede reducir el consumo, que puede salir a caminar”, comenta.

Para la investigadora del Centro Eula Alejandra Stehr Gesche, hoy, el principal desafía para el planeta es la pandemia y, eso, en su opinión ha hecho dejar de lado temas relevantes, como el cambio climático.

“Por ejemplo vemos a nivel mundial que, en los últimos años, ha habido grandes cambios en el uso de la tierra, lo que afecta la cantidad y calidad del agua y, con ello, la salud de los ecosistemas tanto acuáticos como terrestres. La Pandemia de Covid ha producido un freno muy grande de la economía a nivel mundial”, afirma la académica.

A su juicio, el gran desafío en el futuro próximo será levantar la economía sin producir efectos considerables en el medio ambiente; de ahí la importancia de “no relajar todas las medidas de protección ambiental y sacrificar ecosistemas en pro de economía. Este es también uno de los desafíos importantes que vamos a enfrentar en el país”.

La Dra. Stehr también considera que la situación que estamos viviendo puede transformarse en una oportunidad “para replantearnos el modelo económico que tenemos, yo creo que va a ser así, y replantearnos además de nuestro modo de vida”.

Y para quedarse en casa y reflexionar sobre nuestra relación con el planeta, aquí dos documentales: The twelve (2017),  que entrega las enseñanzas de doce sabios de tribus y etnias de distintas culturas sobre los vínculos con la naturaleza, y Baraka (1992), un film sin diálogos que recrea la evolución de la tierra y la humanidad.