“Somos el motor de la salud en la Región”: Decano de Medicina por aniversario 98 de la Facultad

La celebración original era en abril; sin embargo, para no opacar el aniversario de la Universidad, decidieron aplazar para fines de mayo el anuncio de las actividades por los 98 años desde la creación de la Facultad de Medicina. Este año, a diferencia de los anteriores, se decidió iniciar los preparativos para la conmemoración del centenario de una de las carreras más antiguas del plantel universitario.

En ese contexto, el Decano de la Facultad de Medicina, Dr. Mario Valdivia Peralta, contó que la cita será el jueves 2 de junio, donde se entregarán reconocimientos al personal académico y, por primera vez, también al cuerpo auxiliar de la Facultad que permitió su funcionamiento durante los meses más álgidos de la pandemia.

“Ellos fueron quienes permitieron que nuestros estudiantes pudieran venir a cambiarse ropa y mantuvieron todo operativo durante 2020 y 2021, cuando nadie más estaba trabajando de manera presencial”, reconoció el Dr. Valdivia.

“Si uno es muy riguroso, estos son 98 años de la carrera (de medicina). Pero al ser la carrera la más antigua de la Facultad, se considera que la Facultad de Medicina parte con la carrera (de medicina). En sentido estricto, la carrera de medicina partió adscrita a la Facultad de Ciencias que tenía, si mal no recuerdo, a la carrera de Odontología, de Pedagogía en Inglés, Ingeniería Química y en 1924 se incorporó también la carrera de Medicina. En 1927 se generan las facultades independientes y ahí medicina queda como la única carrera de la Facultad de Medicina, con el Decano Alejandro Lipschütz Friedmann”, precisó el Decano.

Con relación a la evaluación de estos 98 años de historia, el académico de especialidad psiquiatra infanto-juvenil, aseguró que “estamos haciendo cosas para que esta facultad siga siendo un motor que impulse el desarrollo de la salud en la Región”.

-Uno de los desafíos es construir un nuevo plan estratégico

El plan estratégico de la Facultad está vigente hasta este año, por lo tanto tenemos que comenzar a elaborar uno nuevo. Queremos que este proceso sea muy participativo, nos interesa mucho que la comunidad se sienta parte él y se sienta reflejada. Queremos un plan que tenga al menos dos componentes: que sea realista, que tengamos claro el diagnóstico de nuestras falencias y de los caminos que nos permitan ir superando gradualmente. Los planes son de cinco años y uno tiene que tener claro qué puede lograr en ese tiempo, pero también tenga la capacidad de proyectarse a futuro y que todo lo que iniciemos en este periodo nos lleve a obtener resultados a largo plazo; tenemos que pensar una facultad a largo plazo.

-¿Este plan considera también alistarse a la nueva realidad de simulación clínica que se viene para la Universidad?

Queremos encargarnos de darle la urgencia que tiene avanzar en el Centro de Simulación Clínica. Se hicieron grandes avances, están los planos hechos, ya se demolió el edificio que estaba ahí antes, ahora se empieza a construir y debemos empezar a capacitar a nuestros equipos. Eso debió pasar hace mucho tiempo y no lo hicimos, yo creo, porque nos apoyamos en esa sensación de tranquilidad y seguridad de tener acceso casi absolutos a los campos clínicos; mientras que otras universidad más nuevas no tenía esa libertad de acceso y se vieron obligadas a generar medidas. Cuando apareció la Ley del Paciente tuvimos más restricciones y la pandemia fue mucho más drástica; ahí nos dimos cuenta que no estábamos bien parados y estábamos en desventaja. Afortunadamente la Vicerrectoría entendió eso y ya estamos avanzando en la construcción de nuestro propio Centro de Simulación Clínica.

-A 98 años de la creación de la Facultad ¿Cómo ve usted el aporte que realizan al capital humano de la Región?

Creo que es innegable el aporte que tenemos. Todavía somos un actor relevante, pero creo que tenemos que avanzar para no perder eso. Hacemos mucho, formamos muchos profesionales y muchos de ellos tienen impacto y ocupan cargos, generar unidades; nuestros profesionales están distribuidos en todo el país y generamos un impacto real en el quehacer en salud. Sin embargo, yo creo que deberíamos hacer más, no sólo formando a profesionales de alta calidad -como lo hacemos hoy, y es también un desafío seguir haciéndolo- sino también cómo lo seguimos haciendo en escenarios distintos, cambiantes, sin tanto acceso a campos clínicos; es un desafío modernizarnos la modernización de nuestros procesos de docencia para, en este nuevo escenario, seguir asegurando al calidad de nuestros profesionales. Lo hemos hecho, pero estamos obligados a seguir haciéndolo.

-¿Entonces dónde les falta impactar?

Queremos impactar en otras área, como fuente de conocimiento. Ya tenemos ejemplos de académicos que están ocupando cargos como asesores, que están llevando el conocimiento generado en la Universidad a los espacios de toma de decisión, pero creemos que hace falta más, que tenemos que vincularnos más. Estamos apoyando al Senado en la creación de una Ley que regule la relación entre los campos clínicos y las universidades; esas son áreas en las que creemos que tenemos que impactar más. Tenemos que tener mucho más presencia en la generación de conocimiento. Estamos posicionados, estamos bien, pero tenemos que trabajar para ser cada vez más relevantes.

-En ese contexto ¿Cómo se proyecta la vinculación con los otros actores educativos?

Que no se entienda este ser más relevante como una competencia que intente opacar a los otros actores; al contrario, a nosotros nos interesa ser más relevantes junto a otros actores que también sean más relevantes. Porque nuestra ambición no es que la Universidad de Concepción sea el foco en el sur de Chile, nuestra ambición es que la ciudad de Concepción y la intercomuna, sean el foco de la salud en el país y para eso tenemos que trabajar en conjunto.