¿Cuál debe ser el aporte de la universidad a la sostenibilidad?
Crédito: Equipo Campaña Jorge Fuentealba Arcos
Se ha instalado en la opinión pública el concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible, término acuñado por la ONU que se concreta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 que los países se han comprometido a alcanzar.
Estas metas de desarrollo tienen un componente ambiental significativo. Intenciones nobles como fin de la pobreza, promoción de la equidad de género, mantención de la biodiversidad, acceso a agua limpia y saneamiento, generación de ciudades sostenibles, y el combate al cambio climático, entre otras.
Estos objetivos cubren todas las dimensiones de la actividad humana, y se comprometen a asegurar que las generaciones futuras puedan contar con un ambiente, como el que nuestra generación ha disfrutado, manteniendo un balance entre las dimensiones sociales, económicas y ambientales del desarrollo.
En el escenario actual ¿qué papel deben jugar las universidades?
Hoy vemos cómo se ha instalado el discurso de una educación universitaria sustentable que se compromete a contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La sostenibilidad, en su concepción más amplia, implica un fuerte compromiso de la acción universitaria en la implementación de estos objetivos considerando la realidad de la región donde se encuentra inserta. Este compromiso debe estar en el corazón de las casas de estudios, y debe ser promovido en conjunto desde sus máximas autoridades, a través de cada una de sus políticas, hasta las acciones de formación de capacidades, tanto al interior de la institución como hacia los gobiernos locales y la sociedad. Asimismo, la importante actividad de investigación, que universidades como la nuestra realizan, debe considerar también, en su diseño, los aspectos de desarrollo sostenible que aporta cada acción, proyecto o centro de investigación.
En el centro de la discusión debe estar el bienestar de las personas y los límites ambientales de la intervención del territorio. Se debe instalar el cultivo de una acción conveniente y sostenible en el tiempo como lo es el ahorro, y luego desarrollando alternativas adecuadas para el establecimiento de una actividad universitaria que incorpore elementos de circularidad desde su diseño.
Nuestra propuesta es, por lo tanto, una concepción integrada, donde cada acción que emprenda la universidad en todas sus funciones debiera contemplar objetivos, metas e indicadores de sostenibilidad.
En lo que concierne a la formación, uno de los sellos que debiéramos incorporar en el modelo educativo universitario es el de la responsabilidad y compromiso con la sostenibilidad de quienes egresan de nuestra casa de estudios.
Las instituciones exitosas y capaces de sobrevivir a este siglo de incertidumbres y crisis van a ser aquellas que sepan leer en forma correcta estos cambios y tener la suficiente flexibilidad para adaptarse a esos nuevos escenarios cada vez más demandantes.
Dr. Ricardo Barra R.
Académico Facultad
Cs. Ambientales
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