UdeC conmemora nuevo aniversario de la muerte de Gonzalo Rojas

La  figura de Gonzalo Rojas se hizo presente en la UdeC en la conferencia Cabeza de tormenta bajo una guerra marinera, el llamativo nombre bajo el cual la escritora, ensayista y traductora francesa radicada en México, Fabianne Bradu, articuló un repaso de la vida y obra del poeta lebulense.

La conferencia fue organizada por la Cátedra Gonzalo Rojas de la UdeC para recordar un nuevo aniversario de la muerte del autor, ocurrida el 25 de abril de 2011, y fue realizada vía zoom debido a un problema que impidió la llegada de la Dra. Bradu a la UdeC.

“La Dra. Fabienne Bradu es tal vez la especialista en Gonzalo Rojas más constante, más conocida y que ha publicado más sobre él. Ha publicado la biografía El volcán y el sosiego; el libro Íntegra, que podría entenderse como las obras completas de Gonzalo Rojas.  Ha publicado sus ensayos y discursos y también un libro que tuvimos la suerte de presentar en la UdeC, Cambiemos la aldea, que recoge los encuentros de intelectuales y literarios que realizó en los años 60s en la Universidad”, dijo la directora de la Cátedra, la académica de Español, Cecilia Rubio Rubio al presentar la actividad.

La Dra. Bradu comenzó rememorando la infancia del autor en Lebu y el influjo posterior del paisaje del lugar en su obra; para dar paso a los años de adolescencia en Concepción, adonde llegó para integrarse al Seminario Conciliar; la crisis vocacional que en 1935 lo llevó al norte a Iquique, donde escribió y publicó sus primeros poemas en un periódico local.

Fue en esa estancia en el norte  y en el amor donde Rojas descubrió su voz poética, anotó la especialista.

Desde allí, la exposición -ampliamente matizadas con citas del autor- se detuvo en las principales publicaciones de Rojas a partir de Las miserias del hombre, abordando varios hitos de la vida del poeta, como su contratación en la UdeC, donde entre 1959 y 1962 dio vida a los célebres encuentros nacionales e internacionales de escritores; su vida de exilio en Cuba y Venezuela, su retorno a Chile y los últimos años en su casa de Chillán entre los 20 mil libros de su biblioteca.

Para Bradu, Rojas es un poeta de contradicciones, algo que él ya había declarado en la época de sus primeros contactos con el surrealismo. De eso da cuenta, por ejemplo, la actitud del poeta frente a las distinciones.

Rojas, que había renegado de las distinciones durante toda su vida, “los recibe con agrado e impaciencia (…) y termina afirmando en un poema al final de sus días ‘estoy hasta la tusa de los premios’”. Fue reconocido con los premios Reina Sofía de España (1992), José Hernández de Argentina (1998) y Cervantes, hace 20 años, el 23 de abril de 2003, entre tantos otros.

“En otras facetas de la vida de Gonzalo Rojas aparecen otras contradicciones que, a mi juicio, forman la columna vertebral de su existencia. Poesía de rescate y poesía de vanguardia son las dos cuerdas opuestas que Gonzalo Rojas no deja de jalar al mismo tiempo. Poesía de contemplación y poesía activa son dos etapas de su vida, pero no tan aisladas como suelen presentarse”, expresó.

Para Fabienne Bradu, la contradicción de la poesía Rojas está igualmente también presente en su vida. “Éste es, a mi juicio, tal vez el punto en que reside la grandeza del poeta Gonzalo Rojas, es que la conducta en poesía es la misma que su conducta en la existencia. Es más: el poeta no puede crear una obra de estas característica si en su vida no está habitado por el principio de contradicción o al menos por la conciencia de las contradicciones en que descansa la vida”, aseveró.

De toda la obra de Rojas, Bradu rescata a modo personal La miseria del hombre, del que -contó- el poeta renegaba.  “Para mí, con todos  sus defectos, si los hay, me parece un libro tan vehemente, tan vivo aún… uno escucha el alma de poeta en esos versos auténticos. Ese es el tema que más le atrapó: la miseria del hombre con poemas más, poemas menos”.

En el nuevo aniversario de la muerte de Gonzalo Rojas, la especialista instó al público a leer su poesía. “Esa es la forma en que los poetas viven”, aseveró.